La economía de China se desaceleró por séptimo mes consecutivo en diciembre debido a que la guerra comercial, la caída de la demanda interna y la desaceleración de la inflación de las fábricas frenaron el crecimiento.
Eso es lo que señala un indicador de Bloomberg Economics que agrupa los primeros datos disponibles sobre las condiciones comerciales y la confianza del mercado. Los datos sugieren que la campaña de estímulo del Gobierno y la tregua de la guerra comercial con Estados Unidos aún no han tenido mucho impacto en la trayectoria de crecimiento del país.
Según indican las cifras, la actividad continúa desacelerándose en China, y las principales limitaciones siguen siendo la incertidumbre sobre el comercio mundial y una débil confianza, dijo David Qu, economista de Bloomberg Economics. "La reciente fluctuación del mercado de materias primas puede socavar aún más la rentabilidad del sector manufacturero" y seguiremos con atención lo que hace el Gobierno para estabilizar la economía a principios de 2019, dijo.
La semana pasada los líderes de China prometieron más medidas de estímulo el próximo año, lo que indica una creciente preocupación de Pekín por la economía y el estancamiento del crecimiento. Pese al alto el fuego actual en la guerra comercial, todavía no hay garantías de un avance importante antes de principios de marzo, cuando se prevé que concluya la actual tregua.
Datos oficiales
Los primeros datos económicos oficiales de diciembre de China, los índices de gerentes de compras para los sectores manufacturero y no manufacturero, se darán a conocer el lunes por la mañana en Pekín.
El índice de fabricación probablemente se mantendrá sin cambios en 50, la línea divisoria entre la expansión y la contracción. Antes de noviembre, la última vez que el dato estuvo tan bajo fue a mediados de 2016. Se anticipa que el índice no manufacturero, que cubre la construcción y los servicios, registre una ligera caída, según la encuesta de Bloomberg.
Las empresas manufactureras de China ya están bajo presión debido a un crecimiento de la producción al ritmo más lento en diez años en noviembre y a la desaceleración de la inflación de fábricas. Si las negociaciones comerciales actuales fracasan, los aranceles estadounidenses más altos golpearán aún más las perspectivas.
Aparte del cese al fuego en el comercio, las empresas no han recibido buenas noticias. Un índice de confianza empresarial de las pequeñas y medianas empresas de Standard Chartered se mantuvo sin cambios en 54,7 en diciembre, y la perspectiva es sombría ya que las presiones a la baja continúan aumentando, de acuerdo con Shen Lan, economista de Pekín a cargo de la encuesta del banco.