Una sencilla solución climática podría estar oculta a plena vista: se podrían plantar bosques en una superficie de 9 millones de kilómetros cuadrados de tierra, lo que podría eliminar 750.000 millones de toneladas de CO2 del aire. La cantidad aumenta el límite máximo potencial para la renovación de carbono lo suficiente como para hacer que los objetivos internacionales de reforestación sean "indudablemente alcanzables", según una nueva investigación.
El límite superior práctico podría ser una historia diferente. En un artículo publicado en la revista Science el jueves, científicos de varios centros europeos de investigación y la ONU enfatizaron la naturaleza teórica de los resultados, e identificaron impedimentos para sembrar extensas superficies con semillas y ver crecer los árboles jóvenes. Las imágenes satelitales examinadas por los investigadores no revelan qué tierras son públicas o privadas, ni identifican aquellas que ya se han reservado para el desarrollo o el cultivo. "No podemos identificar cuánta tierra está disponible realmente para la repoblación", escribieron.
Los expertos identificaron las oportunidades teóricas de reforestación combinando casi 80.000 imágenes de satélite con datos geográficos ambientales y climáticos. Después de desarrollar un modelo que identificaba con éxito dónde se encuentran los bosques existentes, lo aplicaron más ampliamente para encontrar áreas donde podrían existir bosques nuevos o replantados.
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La investigación tiene una importancia similar a la Estrella Polar: es útil para saber qué dirección seguir, pero no proporciona un destino final. "Aún más importante son los problemas de viabilidad social y económica que no se tuvieron en cuenta", dijo Robin Chazdon, miembro del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Connecticut. "Los números son, sin duda, un máximo posible, creo, pero no serán muy viables".
Sin reducir las emisiones, el mundo podría perder otros 2 millones de kilómetros cuadrados de bosques para 2050, mayormente en los trópicos, a medida que cambian las condiciones de crecimiento.
Chazdon y sus compañeros publicaron el miércoles una investigación en la revista Science Advances que examina dónde centrar los recursos limitados en el crecimiento de los bosques destruidos por la agricultura y la industria. Los investigadores puntuaron los países por oportunidades de conservación y la viabilidad para repoblar bosques, y concluyeron que los seis primeros países con potencial para la inversión productiva estaban todos en África: Ruanda, Uganda, Burundi, Togo, Sudán del Sur y Madagascar.
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Plantar árboles parece una actividad bastante simple que cualquiera puede hacer, pero el alcance del trabajo de reforestación internacional necesario eclipsaría los esfuerzos individuales, aunque estos fueran altamente infecciosos. Además, dijo Chazdon, puede que unos bosques en crecimiento ni siquiera sean la mejor manera de combatir el problema del cambio climático.
“Una de las mejores cosas que podemos hacer es reducir el consumo de carne vacuna", manifestó. “Un gran impulsor en la deforestación ha sido la creación de pastos para ganado".