Los gastos esenciales devoran la mayor parte del ingreso mensual de los británicos, dejando a muchos poco dinero para otras cosas.
El 41 por ciento de los británicos disponen de menos de 6,60 libras (US$8,50) para gastar diariamente después de pagar sus cuentas, según una encuesta de Nationwide Building Society. El gasto en conceptos como hipotecas, comestibles y combustible ha aumentado un 6 por ciento en el último año y ahora representa alrededor del 80 por ciento del salario medio del Reino Unido.
El informe pone de relieve la presión sobre los compradores del Reino Unido desde que la votación para abandonar la Unión Europea en 2016 redujo el valor de la libra, lo que provocó una aceleración de la inflación. El Banco de Inglaterra elevó las tasas de interés a un máximo desde 2009 el 2 de agosto para mantener los precios bajo control.
La confianza del consumidor británico también se redujo en agosto, según un informe distinto de YouGov y el Centro de Investigación Económica y Empresarial. Aunque muestra que hay más personas con confianza que sin ella, el índice sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores a la votación sobre el brexit.
La debilidad del mercado de la vivienda ha golpeado el optimismo y, por ahora, no hay un fin a la vista a la desaceleración en el mercado inmobiliario. Las expectativas del consumidor para el valor de la vivienda en los próximos 12 meses cayeron al nivel más bajo desde julio de 2017, según el CEBR.
"El mercado inmobiliario se mantendrá bajo control, al menos en el futuro inmediato", dijo Nina Skero, jefa de macroeconomía de CEBR. "Esto será particularmente problemático para la economía si alienta a los consumidores a ajustar los bolsillos y a reducir los gastos".
Por ahora, Nationwide dice que los restaurantes están resistiendo la tendencia. El gasto en restaurantes y pubs aumentó un 10 por ciento interanual cuando Inglaterra llegó a las semifinales de la Copa Mundial de fútbol.
Los británicos son menos propensos a recortar en Wi-Fi, seguido de suscripciones a los clubes, cuando llega la hora de apretarse el cinturón, según mostró la encuesta.