Tras diez años de recuperación de un colapso económico y financiero en Islandia, la isla del Atlántico Norte enfrenta una vez más un desafío existencial, esta vez en una de sus industrias claves.
El turismo y las divisas extranjeras que este proporciona fueron fundamentales para sacar al país de 340.000 habitantes de su profundo pozo. Ahora, la industria se está enfriando rápidamente y se acumulan los problemas para sus aerolíneas después de años de rápida expansión. Diez años atrás, o mismo se podía decir sobre los bancos islandeses.
En un informe titulado "Turismo en Islandia: aterrizaje suave o caída violenta", Arion Bank hf advirtió que el país podría recibir menos visitantes el año próximo tras un auge en el que los arribos crecieron más del cuádruple en los últimos 10 años. El turismo es la mayor "exportación" y representa el 12 por ciento del producto interno bruto y alrededor del 20 por ciento de las inversiones comerciales, según Arion.
El número de personas que visitó Islandia aumentó casi 40%en 2016, pero solo 24 por ciento en 2017. En esos dos años, la economía creció a una tasa anual de 7,4 y 4 por ciento, respectivamente.
Las consecuencias de una crisis turística podrían afectar a toda la economía, incluidos la “demanda de mano de obra, las inversiones en hoteles, el saldo de cuenta corriente y el tipo de cambio de la corona”, añadió Gylfi Magnusson, profesor asociado de la Universidad de Islandia.
Y ese enfriamiento es más evidente en la primera línea de la industria. Los operadores islandeses han encontrado turbulencias mientras otros operadores nórdicos se ven presionados por la subida de los precios del petróleo tras emprender planes ambiciosos para tomar parte del mercado de viajes transatlánticos.
Icelandair Group hf se vio obligada esta semana a buscar la ayuda de los tenedores de bonos después de emitir una advertencia sobre sus ganancias y la renuncia de su máximo ejecutivo hace dos meses. La aerolínea con sede en Reikiavik había esperado un aumento de los pasajes aéreas en Europa que nunca se materializó.
Corona en baja
La moneda islandesa llegó a caer 1% el miércoles después de la revelación de Icelandair.
"No es un secreto que las aerolíneas, en particular aquí en el Atlántico Norte, ahora están lidiando con un entorno operativo más difícil que antes", dijo el gobernador del Banco Central, Mar Gudmundsson, en una entrevista desde Reykjavik el miércoles. "Los precios del petróleo casi se han duplicado en un año y la competencia en este mercado es grande".
Los problemas en la aerolínea Icelandair hicieron caer un 1% la corona islandesa.
Los problemas surgen en el contexto de una desaceleración del turismo, que según los pronósticos del Banco Central dejará de dominar las exportaciones islandesas en 2019.
El número de personas que visitó Islandia aumentó casi 40%en 2016, pero solo 24 por ciento en 2017. En esos dos años, la economía creció a una tasa anual de 7,4 y 4 por ciento, respectivamente. Se espera que el incremento anual del turismo este año sea del 15 por ciento, según el operador de aeropuertos ISAVIA.
El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional dijo que los efectos de la fuerza de la corona entre 2014 y 2016 se estaban sintiendo hoy en el crecimiento del turismo y la demanda interna. Enumeró los altos precios del petróleo, la creciente competencia en el sector del transporte aéreo, la "escalada de las tensiones en el comercio mundial" y la "incertidumbre en torno a las negociaciones del brexit" entre los posibles riesgos que enfrenta la economía.
Pero Gudmundsson, el gobernador del Banco Central, rechaza cualquier comparación con la crisis bancaria de hace 10 años.
"Esos fueron eventos totalmente diferentes y ocurrieron en el sistema financiero y en los bancos, que pueden estar sujetos a corridas bancarias", dijo. "Las empresas asumen riesgos constantemente y algunas más que otras".