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Seguridad internacional

La letal senda de un agente nervioso en un frasco de perfume

La gran audacia del ataque ruso con armas químicas en el Reino Unido se puede rastrear a través del viaje de una pequeña botella —falsa— de perfume "Premier Jour", de Nina Ricci.

Novichok dentro del frasco de perfume.
Novichok dentro del frasco de perfume. | Cedoc

La gran audacia del ataque ruso con armas químicas en el Reino Unido se puede rastrear a través del viaje de una pequeña botella —falsa— de perfume "Premier Jour", de Nina Ricci.

Contenía Novichok, un agente neurálgico letal de la era soviética, y fue contrabandeado desde Rusia al Reino Unido en un vuelo regular de Aeroflot. Aterrizó en el aeropuerto de Gatwick, utilizado por más de 45 millones de viajeros al año, pasó por las estaciones de tren London Victoria y Waterloo y estuvo en un hotel económico en su camino a Salisbury, una adormecida ciudad medieval en el sur de Inglaterra.

Allí, a plena luz del día un domingo por la tarde, lo rociaron sobre el picaporte de la puerta en la casa de un exespía ruso, Sergei Skripal.

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La primera ministra Theresa May insinuó que el Gobierno británico tomaría represalias usando "todas las herramientas de nuestro aparato de seguridad nacional", pero es difícil imaginar qué puede hacer ella –o cualquier potencia occidental– para prevenir este tipo de ataque. La actitud desafiante de Rusia subraya ese dilema.

"Le pedimos repetidamente a Rusia que explicara lo que sucedió en Salisbury en marzo, y han respondido con ofuscación y mentiras", dijo May el miércoles en el Parlamento. Agregó, con una risa incómoda, "incluso afirmaron que yo misma inventé Novichok".

El Reino Unido puede dañar a rusos individuales con restricciones de visa y apuntar a la riqueza personal ilegítima. También puede presionar a los aliados para que impongan más sanciones. Pero será más difícil tomar medidas geopolíticas más duras.

Por ejemplo, este jueves el Reino Unido planteará el tema ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un órgano de toma de decisiones en el que Rusia utiliza su veto de forma regular cuando sus intereses están amenazados.

El Gobierno británico desplegó 250 detectives para rastrear a través de 11.000 horas de imágenes obtenidas por circuito cerrado de televisión (CCTV) y tomó más de 1.400 declaraciones de testigos para reconstruir lo sucedido. El Reino Unido conoce los nombres —o alias, al menos— de los dos rusos que llevaron a cabo el ataque, el cual, según May, "casi con seguridad" fue autorizado por el Kremlin.

Jeans y zapatillas

Las imágenes de CCTV publicadas por la policía mostraron el miércoles a Alexander Petrov y Ruslan Boshirov —uno con barba, el otro afeitado y con abrigo contra la nieve— mezclándose entre los turistas y lugareños en Salisbury, que estaba repleta de gente por ser sábado, el día de su mercado semanal.

Cuando volvieron sobre sus pasos al día siguiente, su visita de dos horas terminó de manera muy diferente. Llegaron en tren a Salisbury a las 11:48 del 4 de marzo y salieron por el mismo medio poco antes de las 14. A las 17, Skripal y su hija, Yulia, se habían derrumbado en un banco del parque cerca de un centro comercial, en estado crítico.

El Reino Unido dijo que los hombres, que viajaron bajo alias con pasaportes falsos emitidos por Rusia, son agentes del GRU, el servicio de inteligencia militar ruso, que tiene sus raíces en la inteligencia militar soviética y durante décadas había mantenido un perfil bajo.

Inmediatamente después del ataque a los Skripal, May logró asegurarse el respaldo internacional para la expulsión de diplomáticos rusos en todo el mundo. Ahora su Gobierno desea más acción.

Una medida que parece improbable es que juzguen por homicidio a Petrov y Boshirov. A pesar de emitir órdenes de arresto en toda Europa, el Reino Unido dijo que no solicitará su extradición, porque la Constitución de Rusia no lo permite.