¿Quién, si no Goldman Sachs? Mientras trata de dirigir el posible éxodo de Tesla Inc. del mercado público, Elon Musk fue a pedirle ayuda al mismísimo banco que siempre lo apoyó.
No debería sorprender a nadie que cuando Musk tuiteó el lunes por la noche que estaba “entusiasmado por trabajar con” asesores en su plan para sacar a Tesla de la Bolsa, el primer nombre que mencionó fuese Goldman Sachs Group Inc. Musk podrá estar harto de ser el máximo ejecutivo de una empresa que cotiza en bolsa, pero sigue ansioso por mantenerse cerca del establishment mostrando su preferencia por un gigante de Wall Street.
Si el objetivo era participar de la que podría ser la transacción más grande en la historia de Tesla, Goldman Sachs hizo todo bien. Muchos bancos suelen tratar de prenderse a clientes clave con la esperanza de conseguir un mandato para transacciones de mayor volumen después, y Goldman Sachs está con Musk por lo menos desde 2010, cuando ayudó a llevar a Tesla a la Bolsa. También le dio a Musk cientos de millones de dólares en préstamos personales.
Ahora, la empresa lo asesora en un proceso que ya se está examinando. El tuit publicado por Musk la semana pasada donde decía que había “conseguido el financiamiento” para sacar a la empresa de la Bolsa pasmó al mercado y llamó la atención de la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). Cuando Musk tuiteó sobre trabajar con Goldman Sachs, la empresa no había firmado un mandato oficial para esa función, dijeron personas al tanto del tema el martes.
Goldman Sachs confirmó su papel de asesor el miércoles y dijo que eliminaría sus calificaciones y su meta de precios para las acciones de la empresa.
Viejos amigos
El banco consiguió el codiciado papel de suscriptor principal en las vendas de acciones públicas de Tesla, por US$2.200 millones, que incluyen la OPI y cinco ofertas posteriores, según datos compilados por Bloomberg. En la única transacción de este tipo que no encabezó, una oferta de acciones por US$2.300 millones en 2016, ocupó el segundo lugar detrás de su rival Morgan Stanley.
Goldman Sachs también dirigió la OPI en 2012 y dos subsiguientes ventas posteriores de SolarCity Corp., la empresa de energía solar apoyada por Musk y adquirida por Tesla en 2016 en una transacción tasada en cerca de US$2.000 millones.
Esto significa que el banco ganó más de US$22 millones en comisiones por las vendas de acciones de Tesla en los últimos ocho años, según cálculos de Bloomberg. La remuneración por una transacción para sacar a la empresa de la Bolsa podría ser mucho más alta: Jeffrey Nassof, director de Freeman Consulting Services, estimó la semana pasada que los bancos que asesoren a Musk podrían embolsar entre US$30 millones y US$50 millones.
La relación entre el multimillonario y el banco no quedó exenta de escrutinio. Patrick Archambault, un exanalista de Goldman, causó suspicacia en 2016 al elevar la recomendación para las acciones de Tesla de “neutra” a “compra” pocas horas antes de anunciarse que su empresa administraría una venta de acciones nuevas de Tesla junto a Morgan Stanley.