El sistema de votación electrónica de Brasil es "totalmente confiable" y los comicios pueden ser auditados por partidos políticos, fiscales y la sociedad civil, afirmó a la prensa en Brasilia el nuevo presidente del Supremo Tribunal Federal del país, Jose Antonio Dias Toffoli.
La autoridad rechazó los comentarios hechos por el favorito de las encuestas, Jair Bolsonaro, quien dijo el domingo que existe una posibilidad "concreta" de fraude. El juez recordó que el sistema actual ha estado en vigor en el país durante más de dos décadas e investigaciones anteriores demostraron que las máquinas de votación son seguras.
Los comicios pueden ser auditados por partidos políticos, fiscales y la sociedad civil.
Bolsonaro ha sido durante mucho tiempo un escéptico sobre el sistema de votación de Brasil e incluso presentó un proyecto de ley en el Congreso que autorizaba imprimir una copia de cada voto, aunque la propuesta fue desestimada por el STF. En un video desde la cama del hospital en la que se recupera tras ser apuñalado, Bolsonaro planteó la posibilidad de fraude en octubre, sin proporcionar evidencia. Dijo que cualquier irregularidad beneficiaría al Partido de los Trabajadores del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. "El Partido de los Trabajadores encontró un camino hacia el poder, el voto electrónico", aseguró.
Toffoli, sin embargo, recordó que Bolsonaro ha sido parlamentario durante mucho tiempo y elegido varias veces a través de boletas electrónicas. "El sistema es totalmente confiable", afirmó.
En 2002, Brasil fue pionero en el uso de máquinas de votación electrónicas exclusivamente para las elecciones generales, en las cuales se impuso Lula. India y Venezuela le siguieron en 2004. El voto electrónico también es utilizado parcialmente por países como Estados Unidos, Francia y Japón.
El voto electrónico también es utilizado parcialmente por países como Estados Unidos, Francia y Japón.
Algunos candidatos han cuestionado los resultados de las urnas en el pasado, pero las autoridades electorales nunca encontraron pruebas de fraude. En 2014, el partido que perdió en la segunda vuelta, PSDB, solicitó una investigación formal de los resultados. La indagatoria no reveló nada que pudiera considerarse fraudulento, indicó Toffoli.
En Brasil, el software electrónico fue diseñado por el máximo tribunal electoral del país y puede ser auditado. Las urnas no están conectadas a internet, por lo que es imposible hackear de forma remota, explicó recientemente a Bloomberg un miembro del tribunal.
En declaraciones del lunes, el candidato del PSDB, Geraldo Alckmin, dijo que no había evidencia que muestre algún problema con el sistema. "¿Él (por Bolsonaro) está tratando de justificar su derrota por adelantado?" preguntó. "¿Por qué fraude? He disputado diez elecciones, he perdido, he ganado. No hubo fraude".
La primera vuelta tendrá lugar el 7 de octubre. Si ningún candidato presidencial logra más del 50%, se realizará una segunda vuelta el 28 de octubre.
CP