Las empresas europeas no están solas en los problemas que está causando el brexit. Pfizer Inc., el gigante farmacéutico estadounidense, afirma que la separación le generará costes de US$100 millones.
El inminente divorcio de Reino Unido con la UE amenaza con ralentizar el comercio en fronteras que hoy están abiertas y las empresas podrían enfrentar doble regulaciones. Pfizer dijo en un correo electrónico que los costos se generarán por la necesidad de transferir productos y licencias a otros países, cambiar procedimientos de pruebas clínicas y otras medidas preventivas.
La empresa está trabajando “para cumplir con los requerimientos legales de la UE, cuando el Reino Unido no sea país miembro, especialmente en áreas de regulación, manufactura y cadena de suministro”, según un comunicado al regulador enviado el mes pasado, en el que citó la estimación de costos.
Pfizer -que obtuvo de Reino Unido el 2 por ciento de sus ingresos por US$53.000 millones en el 2017- revela el dilema que enfrenta la industria farmacéutica, a medida que se prepara para un brexit sin un acuerdo entre ambas partes.
La incertidumbre acerca del resultado de las negociaciones ha obligado a empresas, incluidas AstraZeneca Plc, GlaxoSmithKline Plc y Merck & Co, con sede en Estados Unidos, a prepararse para el peor escenario. Las firmas están destinando a los preparativos para el brexit cientos de millones de libras esterlinas, que de otra forma podrían haberse destinado al desarrollo de nuevos tratamientos, dijo el jefe del gremio de la industria en junio.
Personas y productos
Las empresas farmacéuticas alrededor del mundo han dependido durante mucho tiempo en su habilidad de trasladar personas y productos entre países, y la salida de Reino Unido de la UE podría complicar muchos aspectos de sus operaciones. El Departamento de Salud y Bienestar Social del Reino Unido pidió el mes pasado a las farmacéuticas que prepararan inventarios de sus productos suficientes para cubrir seis semanas de demanda, como una forma de prepararse ante posibles retrasos en los envíos.
Gran parte de la industria ya ha comenzado a acumular medicinas o a invertir en nuevas fábricas para producir medicamentos. AstraZeneca, que se comprometió a mantener un inventario suficiente para tres meses, dijo que no podía aumentar las reservas de una medicina contra el cáncer porque sus fábricas ya están trabajando a máxima capacidad. El brexit también amenaza los suministros de isótopos médicos, usados para diagnosticar y tratar a un millón de personas en Reino Unido cada año, según un artículo publicado en British Medical Journal.