Puede que la venta masiva en los mercados emergentes haya afectado al rand sudafricano, pero la situación podría empeorar ante la preocupación de los operadores sobre una iniciativa de reforma agraria que podría tener amplias consecuencias económicas y está captando la atención de líderes mundiales.
La moneda cayó casi un 10 por ciento frente al dólar en agosto, su peor mes en más de cinco años. Se ha depreciado otro 3,6 por ciento esta semana después de que la economía cayera en recesión. Los mercados de derivados indican que se avecinan más dificultades a medida que el contagio de las crisis en Argentina y Turquía se extiende y los operadores están nerviosos por un plan del gobernante Congreso Nacional Africano de una enmienda constitucional para permitir la expropiación de tierras sin compensación.
Muchos inversores, incluido Morgan Stanley, coinciden en que la redistribución es crucial para resolver las persistentes desigualdades entre los sudafricanos blancos --que poseen el 72 por ciento de la tierra agrícola comercial, de acuerdo con una auditoría estatal-- y los ciudadanos negros, casi 25 años después del fin del sistema de gobierno del apartheid. Pero les preocupa la falta de detalles y dicen que podría socavar los derechos de propiedad, disuadir la inversión extranjera y dar lugar a sanciones de otros países, según Standard Chartered Plc y Morgan Stanley.
"La reforma agraria está emergiendo como uno de los temas clave y está claro que los mercados están nerviosos", dijo Razia Khan, jefe de investigación africana con sede en Londres de Standard Chartered.
Como reflejo del nerviosismo de los inversores, la moneda repuntó repentinamente el 28 de agosto después de que los legisladores anunciaron que retirarían un proyecto de ley sobre expropiación de tierras. El alza terminó apenas 10 minutos más tarde cuando los operadores se dieron cuenta de que era una medida de procedimiento y que el cambio constitucional se estaba tratando por separado.
"Este tipo de reacción bien podría convertirse en algo común antes de las elecciones generales de 2019", dijo Nema Ramkhelawan-Bhana, jefa de investigación de Rand Merchant Bank en Johannesburgo.
Los operadores de divisas son bajistas. La prima de los contratos de opciones para vender el rand sobre los contratos para comprar la moneda en los próximos tres meses se ha disparado a 5,67 puntos porcentuales, la más alta en tres años y el nivel más alto en todo el mundo después de la lira turca. El rand caía un 2,5 por ciento a 15,247 por dólar a las 5:21 pm en Johannesburgo –su nivel más débil sobre una base de cierre desde junio de 2016– tras la publicación de cifras que mostraron que la economía se contrajo por segundo trimestre consecutivo entre abril y junio.
En un escenario extremo, con la expropiación en gran escala de tierras sin compensación que conduzca a rebajas de calificación crediticia e incumplimientos de deuda, el rand podría debilitarse a 24 por dólar a fines del próximo año, dijo la economista jefe de Investec Bank Ltd., Annabel Bishop, en un informe el 3 de septiembre. En el mejor de los escenarios, en que la reforma agraria beneficie a los pobres sin debilitar la economía, la moneda se podría fortalecer casi el 50 por ciento a 7,90 por dólar, señaló.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó la posibilidad de que África fuera sancionado cuando dijo el 23 de agosto en su cuenta de Twitter que había instruido al secretario de Estado Mike Pompeo a "estudiar de cerca las confiscaciones de tierras y granjas en Sudáfrica". La primera ministra británica, Theresa May, señaló en Ciudad del Cabo la semana pasada que, si bien apoya la reforma, los funcionarios deberían "tener en cuenta las consecuencias económicas y sociales".
"Puede haber sido un pensamiento pasajero que el Sr. Trump ya olvidó, o podría ser el comienzo de un tema para él", dijo John Ashbourne, de Capital Economics Ltd., con sede en Londres. "Pero la experiencia de Turquía pone de manifiesto que incluso sanciones muy limitadas tendrían un gran efecto en el mercado".
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, calmó en parte las preocupaciones de los inversores cuando escribió en el Financial Times de Londres que cualquier cambio constitucional no dañaría la economía o el sector agrícola. La expropiación sin compensaciones puede usarse en casos específicos, por ejemplo, cuando la tierra no se usa o los edificios están abandonados.
"Esta no es una apropiación de tierras", dijo. "Tampoco es un asalto a la propiedad privada".