Bernie Sanders, que quiere competir en 2020 por la presidencia de los Estados Unidos, dio su definición más completa hasta la fecha de socialismo democrático, con lo que acepta una etiqueta que ha sido utilizada como garrote por el presidente Donald Trump y los republicanos e intenta tranquilizar a los votantes de que sus creencias políticas de larga data no lo hacen inelegible.
El senador de Vermont se aventuró en territorio evitado por todos los demás candidatos presidenciales demócratas durante un discurso el miércoles en Washington. Dijo que el socialismo democrático pertenece a una larga tradición estadounidense de garantizar "derechos económicos básicos" gracias a programas como la seguridad social, la compensación por desempleo y la regulación de Wall Street, los cuales "son considerados pilares de la sociedad estadounidense".
"Hace más de 80 años, Franklin Delano Roosevelt ayudó a crear un gobierno que hizo un progreso transformador en la protección de las necesidades de las familias trabajadoras", dijo. “Hoy, en la segunda década del siglo XXI, debemos abordar el asunto pendiente del Nuevo Pacto y llevarlo a término. Este es el asunto pendiente del Partido Demócrata y la visión que debemos alcanzar”.
Dijo que ahora que EE. UU. ha garantizado los derechos civiles para todos, el siguiente paso sería lograr una cobertura de atención médica garantizada, un ambiente limpio y el derecho a "tanta educación como sea necesario para tener éxito en nuestra sociedad".
"Debemos reconocer que en el siglo XXI, en el país más rico en la historia del mundo, los derechos económicos son derechos humanos", dijo. "A esto me refiero con socialismo democrático". Sanders también aprovechó la oportunidad para hablar de Trump y otros críticos que lo han tildado de demasiado radical. Trump se ha burlado frecuentemente de Sanders llamándolo "loco Bernie" y ha tratado de imponer la etiqueta de socialista a otros candidatos demócratas y sus propuestas.
"Si bien el presidente Trump y sus colegas oligarcas nos atacan por nuestro apoyo al socialismo democrático, en realidad no se oponen a todas las formas de socialismo", dijo. "Pueden odiar al socialismo democrático porque beneficia a los trabajadores, pero les encanta el socialismo corporativo que enriquece a Trump y a otros multimillonarios".
El discurso en la Universidad George Washington le dio a Sanders la oportunidad de diferenciarse en una carrera con 23 candidatos y afirmar que muchas de las propuestas y causas que ha defendido durante años ahora son comunes y cada vez más populares. Sin embargo, su aceptación de la etiqueta del socialista lo adhiere a una ideología "con mucho lastre" y lo pone en la línea de ataque republicana, afirma Zac Petkanas, un estratega demócrata que no está afiliado a ninguna de las campañas del partido.
"Muchas de sus políticas son populares entre los estadounidenses si no están bajo la bandera del ’socialismo’", explica Petkanas. "Apoyarse en esa etiqueta tiene riesgos en la elección general y puede no tener los beneficios que él cree en la primaria". Anteriormente, Sanders atacó a Jamie Dimon en Twitter luego de que el director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co. criticara el socialismo durante una aparición en Washington.
Dimon dijo que otorgar al gobierno el control de las empresas permite que sean utilizadas con fines políticos, lo que lleva al deterioro. También dijo que sería un "gran error" que EE.UU. siguiera ese camino. Sanders respondió en un tuit: "No escuché a Jamie Dimon criticar al socialismo cuando Wall Street pidió el mayor rescate federal en la historia de EE.UU.: unos US$700.000 millones del Tesoro e incluso más de la Reserva Federal".
Resaltar
Sanders, autodenominado socialista y progresista demócrata, está haciendo campaña para frenar la desigualdad económica en EE.UU. Pide una serie de intervenciones gubernamentales, que incluyen impuestos más altos para los ricos, matrícula universitaria gratuita, Medicare para todos y protecciones ambientales y para el consumidor más estrictas.
Los republicanos intensificaron los ataques contra él y los otros candidatos demócratas. Trump advirtió que EE.UU. corre el riesgo de caer en el caos que abunda en Venezuela si un demócrata llega a la Casa Blanca. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano de Kentucky, hace referencia frecuente a las tendencias "socialistas" de los candidatos demócratas para 2020.
‘Caballo de Troya ’
Sanders también se ha enfrentado a los informes de noticias que hablan de su luna de miel de 10 días en la Unión Soviética en 1988, cuando como alcalde recién casado de Burlington, Vermont, fue capturado en cámara en una mesa llena de botellas de vodka diciendo a sus anfitriones soviéticos que quería "tomar las fortalezas de ambos sistemas" de gobierno y "aprender unos de otros". Las encuestas muestran que el público está dividido respecto al socialismo, aunque los demócratas están más abiertos a él y a un candidato que lo adopte.
Una encuesta reciente de la Universidad de Monmouth encontró que 57% de los adultos estadounidenses considera que el socialismo no es compatible con los valores estadounidenses, y solo 29% dijo que sí. Al mismo tiempo, la encuesta del 11 al 15 de abril encontró que solo 42% tiene una visión negativa del socialismo en general, mientras que 45% tenía una opinión neutral y 10% tenía una visión positiva.