El próximo año comenzará una nueva serie de carreras automovilísticas de exclusividad femenina, respaldada por el expiloto de Fórmula 1 David Coulthard, que dará a las mujeres la experiencia y aptitudes para una posible temporada en el más alto nivel del deporte.
Las pilotos no tendrán que pagar para participar en la Serie W, en la que competirán 20 mujeres por una parte de los US$1,5 millones en premios. Todos los autos serán idénticos en cuanto a su mecánica, lo que tendrá como resultado carreras estrechas y emocionantes, según los organizadores.
La última piloto femenina en participar en Fórmula 1, considerada el pináculo del deporte motor, fue la italiana Lella Lombardi en la década de 1970. Desarrollar a un conductor joven por lo general implica invertir millones, lo que desalienta a muchos a seguir el deporte en serio.
La noticia de la serie femenina generó una variedad de respuestas. En una publicación de Twitter, la piloto británica Pippa Mann calificó el hecho como un "día triste para el deporte motorizado” y dijo que el proyecto era una forma de segregación.
El ex piloto David Coulthard dijo que el concurso creará oportunidades, ya que las pilotos de carrera tienden a alcanzar un "techo de cristal" en niveles más bajos del deporte motorizado como resultado de una falta de financiamiento en lugar de una falta de talento.
En junio, la saudita Aseel Al-Hamad condujo una vuelta de demostración en un coche de Fórmula 1 durante el fin de semana del Gran Prix de Francia para incentivar a las mujeres a participar en el deporte motorizado. Este año, Arabia Saudita dejó de ser el último país del mundo en prohibir que las mujeres conduzcan.