El presidente Donald Trump hizo que las acciones automotrices globales se movieran este lunes al afirmar que China aceptó “reducir y suprimir” los aranceles a los automóviles importados de fabricación estadounidense, lo cual plantea más dudas sobre el resultado de su reunión con su homólogo, Xi Jinping.
Trump no dio otros detalles en su tuit nocturno, publicado poco después de que acordara con el presidente Xi Jinping una tregua en la guerra comercial durante la cumbre del G-20 en Argentina. En una reunión informativa en Pekín algunas horas más tarde, Geng Shuang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, declinó hacer declaraciones acerca de cambios en materia de aranceles a los autos.
El tuit surge luego de que EE.UU. y China destacaran resultados diferentes de la trascendente reunión del domingo entre Trump y Xi. China, que subió a 40 por ciento el arancel a los autos de fabricación estadounidense que ingresan al país en medio de la pelea comercial, no ha hecho un anuncio similar referido a los aranceles para los automóviles.
Las acciones de los fabricantes alemanes de automóviles Daimler AG y BMW AG se recuperaron este lunes después del acuerdo comercial estadounidense con China. De ser ratificadas, las declaraciones de Trump también darían a automotrices como Tesla Inc. un posible respiro después de que el aumento de los gravámenes afectara las ventas en el mercado automotor más grande del mundo.
China dijo la semana pasada que los aranceles a los autos estadounidenses serían del 15 por ciento si no fuera por la disputa comercial y exigió una solución negociada. Los funcionarios chinos debatieron la posibilidad de bajar los aranceles a las importaciones de autos estadounidenses antes de que Xi se reuniera con Trump en Argentina, según una persona familiarizada con la situación, que pidió no ser identificada por su nombre. Pero la magnitud y el momento elegido para dicha reducción no se explicitaron, dijo la persona.
La guerra comercial ha tenido un grave efecto en las compañías automotrices que fabrican en EE.UU., lo que llevó tanto al fabricante de Mercedes-Benz como a su rival BMW a advertir sobre ganancias menores este año dado que los aranceles las obligaron a subir los precios en China. Las ventas de autos en la segunda economía más grande del mundo se desplomaron por quinto mes consecutivo en octubre, acercando al mercado a su primera caída anual en al menos dos decenios. Esto ha acumulado presión sobre las compañías de automóviles que se apoyan en el país para crecer en un contexto de ventas de autos en baja en los Estados Unidos.
Tesla no respondió a un correo electrónico de consulta mientras que la unidad china de BMW no hizo ningún comentario inmediato en referencia al tuit de Trump.
La reducción arancelaria beneficia más a Daimler y BMW que a automotrices estadounidenses como General Motors Co. o Ford Motors Co. Esto se debe a que las marcas de lujo alemanas dominan la lista de los 10 vehículos favoritos importados en China.
“China no está cediendo demasiado dado que son fabricantes alemanes como BMW y Daimler los que más beneficios obtienen”, dijo Janet Lewis, analista de Macquarie Capital Securities en Tokio. “A más largo plazo, China resultará más beneficiada con el libre comercio en automóviles”, en tanto fabricantes chinos como Guangzhou Automobile Group Co. y Geely Automobile Holdings Ltd. se proponen trasladarse al exterior.