UE enfrenta en 2019 un riesgo que no pasa por los populistas

Las fuerzas opuestas al establishment concitan mucha atención en momentos en que preparan un nuevo asalto a la Unión Europea el año próximo, pero las elecciones legislativas del bloque también podrían destacar una amenaza más insidiosa: la apatía de los votantes.

La participación en las elecciones al Parlamento Europeo ha declinado de forma constante desde que se realizó la primera elección directa hace cuatro décadas y pasó de casi 62 por ciento en 1979 a menos de 43 por ciento en 2014.

La asamblea, cuyos dos mayores partidos son los socialistas y los democristianos partidarios de la UE, organiza una campaña de participación electoral sin precedentes en un intento de revertir la tendencia en los comicios del 23-26 de mayo.

El objetivo es también contrarrestar el mensaje enérgico de los partidos populistas, que han ganado terreno en estados miembros desde Italia hasta Polonia. Steve Bannon, uno de los artífices de la victoria electoral de Donald Trump en los Estados Unidos, ha establecido una organización en Europa destinada a apoyar a los partidos que se oponen a una mayor integración en el continente.

“Todo se reduce a si se considera que Europa es útil o no”, dijo Ramón Luis Valcarcel, un demócrata cristiano español vicepresidente del parlamento de la UE que supervisa su política de información, durante una entrevista realizada en la sede de la asamblea en Estrasburgo, Francia. “Si bien los antieuropeos –los movimientos nacionalistas y populistas- representan alrededor de una cuarta parte del electorado, los proeuropeos están reaccionando y dan muestras de mayor interés”.

La indiferencia de los votantes en las elecciones legislativas europeas ha planteado hasta ahora pocos peligros a la UE porque los grandes partidos se han mantenido al volante con firmeza y el principal impacto de la escasa concurrencia a las urnas sólo ha hecho mella en el orgullo de los federalistas.

Desde la última elección, sin embargo, la dinámica ha cambiado como consecuencia de la votación del Reino Unido a favor de abandonar la UE, la llegada al poder de gobiernos abiertamente populistas en Italia y Polonia y el desafío a los partidos convencionales en países centrales como Alemania.

Bannon está creando una alianza laxa de fuerzas populistas en toda Europa –apodada El Movimiento- y ofrecerá a los partidos servicios de sondeo, análisis de datos y mensajería. Por otra parte, si bien el ex asesor de Trump estima que es dudoso que los partidos nacionalistas obtengan mayoría en el parlamento de la EU en mayo, les gustaría conseguir por lo menos un tercio de las bancas para poder obstruir la actividad de la asamblea por medio de “mando por negación”, dijo

Hay una ironía en la creciente apatía respecto de las elecciones al parlamento de la UE: la tendencia ha coincidido con una constante expansión de las facultades de la asamblea, que aborda cuestiones legislativas que van desde las bonificaciones de los banqueros hasta las emisiones de los autos y asuntos políticos como las designaciones a altos cargos europeos. En consecuencia, un amplio espectro de actividad de la UE podría correr peligro con un mayor avance de los euroescépticos, que tienen cerca de 200 de los 751 escaños del parlamento.

“En la parte actual de la campaña hablamos sobre los logros de la UE, tales como la defensa de valores fundamentales, la solidaridad entre los países miembros, la protección del medio ambiente y medidas para aumentar la inversión y el empleo”, dijo Valcarcel en la entrevista en su oficina en Estrasburgo. “De esa forma los ciudadanos tomarán conciencia de que Europa es importante”.