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¿Cuánto vale un peso argentino? No parece haber un mínimo

La devaluación produjo un nuevo cimbronazo económico y las consecuencias son indescifrables.

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Pesos Argentinos | Cedoc

“No hay un precio claro de referencia después de la caída del peso argentino”. Tommy Samson explica por qué se ha visto obligado a reducir su negocio en medio de la crisis en el mercado financiero argentino. Su firma, con sede en Buenos Aires, importa material quirúrgico por el que paga en moneda extranjera, y luego lo vende a clientes locales en pesos.

El último eslabón de su negocio está colapsando, porque la moneda argentina está en caída libre. El peso ha perdido la mitad de su valor este año y un 20 por ciento solo esta semana. La caída amenaza con causar estragos en una economía de US$640.000 millones, poniendo en riesgo las cadenas de suministros de empresas y las finanzas de los hogares.

La crisis también está generando una nube negra sobre las perspectivas del presidente Mauricio Macri de ganar la reelección el próximo año. Incluso el mandatario argentino más alineado con los mercados en más de diez años ha tenido dificultades para recuperar la confianza de los inversores.

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Su gobierno lo ha intentado. El banco central elevó las tasas de interés a 60 por ciento el jueves, las más altas en el mundo. Un día antes, Macri sorprendió al país, y a los inversores, al solicitar al Fondo Monetario Internacional que acelere los desembolsos de la línea de crédito aprobada. El organismo dijo que estaba considerando la solicitud.

La línea de crédito de US$50.000 millones que logró Argentina en junio fue la mayor entregada en la historia del FMI. El país también estaba bajo un programa del organismo cuando colapsó y cayó en impago de su deuda en el 2001. Ese evento fue el catalizador de más de una década de gobiernos de izquierda populistas, que gobernaron a costa del aumento del gasto público, y de aislamiento de los mercados financieros mundiales. Todo esto terminó con la elección de Macri en el 2015.

María de los Ángeles Rezk votó por él, pero “no lo haría de nuevo”. “Veo que el país ha perdido el camino”, dijo Rezk, empleada bancaria de 46 años en la capital, poco después de haber comprado algunos dólares, que esperaba vender más tarde, ante la expectativa de que el peso siga debilitándose. “Tienen que encontrar la forma de detener esta caída”, afirmó. “El problema es que no saben qué decir”.

Las señales de advertencia comenzaron antes de la crisis del mercado. El gobierno proyectó que la economía se contraerá 1 por ciento en 2018, en lo que fue un fuerte deterioro desde el crecimiento de 3 por ciento anticipado a inicios de este año. La inflación ha permanecido por encima del 30 por ciento y se acelerará ante la debilidad del peso. Pablo Ricatti dice que compró dos camiones cargados de harina hace dos semanas, "para protegerme de un aumento en los precios". Su proveedor generalmente le daría financiamiento por un par de semanas, "pero ahora no", dice Ricatti, quien dirige una compañía que fabrica pan para hamburguesas y perros calientes. "Tengo que pagarles de inmediato. Y lo haré", sostuvo, porque los precios están subiendo "mientras hablamos".

Incluso a las empresas mucho más grandes les resulta difícil ver el futuro. TN&Platex es la mayor empresa textil de Argentina. Puede cotizar precios para los compradores que tienen dinero para pagar en este momento, dice el máximo ejecutivo Teddy Karagozian. Pero la volatilidad de la moneda significa que no puede ofrecer el crédito habitual a 60 o 90 días a los clientes, señaló Karagozian.

Si la caída de la moneda está desacelerando la economía, las medidas de respuesta del gobierno tendrán el mismo efecto. El plan precrisis de Macri contemplaba reducir gradualmente el déficit fiscal de Argentina, desde un 6,5 por ciento del PIB registrado el año pasado a 3,8 por ciento en el 2019.

Más huelgas. Ahora se espera que haya medidas más drásticas. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo a periodistas la noche del jueves que el gobierno presentará el lunes su plan para un déficit fiscal “sustancialmente más bajo” en el 2019. Ese día viajará a Washington para reunirse con funcionarios del FMI. No se entregaron más detalles.

Ante el aceleramiento de la inflación, las negociaciones del gobierno con los sindicatos respecto a los sueldos del sector público serán “extremadamente difíciles” dijo Paul Greer, un administrador de fondos en Fidelity International en Londres, en un correo electrónico. El ejecutivo predijo “huelgas generales de trabajadores el próximo año”.

Fuera de la oficina de la Administración Nacional de la Seguridad Social, Anses, en Buenos Aires, el líder sindical Rubén Garrido formaba parte de un grupo de manifestantes. "Nuestros salarios se están erosionando constantemente", dijo el hombre de 62 años. Y los fondos de pensiones se están viendo afectados por la caída en los mercados de acciones y bonos, señaló. "No es sostenible".

Más arriba en la escala de ingresos, en una economía que es muy desigual como la mayoría de los países latinoamericanos, está Alicia Quadri, una profesora de danza y ex bailarina estrella del prestigioso Teatro Colón. "Esperaba ir a Europa con mi hija a fin de año", dijo. "Con este tipo de cambio, no lo haré". "Esperaré a que las cosas se calmen". ¿Cuándo y cómo sucederá eso? Quadri no está segura. "Necesitan que todos los principales interesados, los mejores economistas, encuentren una solución", dijo. "Pero no el FMI, o extraños. Solo harán que el país se endeude más. Y no soportan las consecuencias”.