Delfina Rossi participó de una conferencia de prensa organizada por los estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, donde manifestó que la ministra Silvina Batakis viene en un marco de mayor consenso. “Me parece que llega una ministra que viene de trabajar junto a Wado de Pedro, que genera efectivamente más consensos y es más política”, destacó.
La integrante del directorio del Banco Ciudad por el Frente de Todos se refirió a los discursos de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner con quien coincide, apoya y reconoce como su líder. “Para mí tiene que volver a estar en la mesa renta inesperada, salario mínimo universal y algunos otros en términos redistributivos” aseguró Rossi en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Cuál es la diferencia entre Silvina Batakis y Martín Guzmán?
—Se diferencian en la política, hay más política con Silvina Batakis. Me parece que la salida de Martín Guzmán se provoca después de una semana muy compleja en términos financieros y de refinanciamiento de la deuda en pesos, además de tensiones en el frente de la energía. Creo que el margen de maniobra para hacer, para redefinir los términos del acuerdo con el FMI eran escasos. En todo caso lo que hay que hacer en estos momentos es recomponer las fortalezas del Ministerio, del Gobierno y la confianza que se tienen para replantear algunos otros puntos en la agenda. Tengo todavía esperanza de que en las próximas semanas haya nuevos anuncios que complementen la agenda que tiene la ministra.
—¿Y en que se diferencian en sus propuestas ambos ministros?
—Hay un conjunto de propuestas que ha hecho Batakis, y espero que no sean todas, como la renta inmobiliaria, que es una diferencia sustancial. Me parece que la voluntad de la ministra, o al menos lo que yo vengo viendo hasta ahora, es de mayor voluntad de coordinación de estas políticas públicas y de esfuerzos en una línea que también lo decía la vicepresidenta. Estamos en un momento de mucha complejidad, de esta crisis de la economía bimonetaria, en la cual se necesitan consensos y en esto sí me parece que la nueva ministra viene a construir mayores consensos; con el Banco Central, con el Ministerio de Desarrollo Productivo, con la AFIP, con Agricultura. Tiene que recorrer un camino de mucha desconfianza que se había generado no sólo hacia afuera, sino también hacia adentro. Creo que gran parte hacia adentro lo está reconstruyendo.
—¿Entonces la ministra cuenta con el apoyo del kirchnerismo para aplicar el plan económico de Alberto Fernández?
—No lo diría en esos términos, me parece que llega una ministra que viene a trabajar junto a Wado de Pedro, que genera efectivamente consensos tendremos que ver si efectivamente complementa la agenda con otras demandas que vienen de algunos sectores, los cuales se ven en la calle. La respuesta que han tenido parte de los gremios, de los movimientos sociales también dan muestra de eso. Insisto, la colocación de títulos de deuda del tesoro va a ser relevante para ver cuánta confianza se puede construir. Y a su vez cómo se transiciona de este actual escenario de desestabilización que han generado los mercados, algunos medios, y algunos miembros de la oposición intencionadamente. Hacia una recomposición de la confianza del Gobierno Nacional y poder ordenar algunas medidas.La salida de Martín Guzmán de alguna manera destrabó el conflicto político y ha reforzado la unidad del Frente de Todos.
—¿Está contenta con la designación de la ministra?
—Si, estoy contenta. Es la segunda ministra mujer que tenemos en la historia y la viceministra es mujer también.
—¿Qué piensa de lo que dicen que es un plan de ajuste lo que está implementando la nueva ministra?
—La ministra no habló de un plan de ajuste, dijo que el Estado justamente no está para ahorrar, está para acompañar y reforzar la situación. Es importante dar señales de que el Estado va a volver a reperfilar la deuda, como hizo el gobierno anterior. El eje tiene que seguir estando en el frente externo porque la Argentina regularizando la situación externa va también poder tener otras fuentes de financiamiento. Espero ver en esta nueva gestión mayor efectividad en las ideas de conducir al sector privado. Para conducir el mercado, para conducir las inversiones del capital, necesitamos tener ese Estado inteligente en donde se combinan en diferentes áreas de gobierno y se busquen estrategias de escalonar esa producción y ese trabajo. Espero que vaya por ese lado el cambio de gabinete de del señor Presidente.
—La CGT y al movimiento obrero salieron rápidamente a distanciarse y dijeron que los anuncios fueron un mensaje a los mercados. ¿Qué opinión tiene?
-—Está muy bien que los sindicatos estén alertas. Es importante que el rol de los sindicatos y de los movimientos sociales de protección del salario y la tensión tiene que estar puesta en ese sentido. Nuestros gobiernos nacionales y populares, son dialécticos y dialogan con sus fuerzas vivas en las calles. Para mí esto fue un primer conjunto de anuncios en el marco de una corrida contra los títulos del tesoro en pesos, en donde el presidente del Banco Central también estuvo en los medios de comunicación el fin de semana, llevando calma y tranquilidad sobre el valor de nuestra moneda. En un primer momento tenemos que defender el valor de los pesos de nuestra moneda con tasas reales positivas. Calmada esa situación espero que venga un segundo paquete de anuncios que tengan que ver en cómo se reorganiza la parte redistributiva del Estado.
—¿Fue en parte Martín Guzmán quien generó la interna del Frente de Todos?
—No, me parece que no tiene sentido hablar de nombres propios y me parece que el problema está en los desacuerdos de cómo llevar esta Argentina a ser un país desarrollado. Donde durante los últimos cuatro años nuestro frente político estuvo abocado a resistir la ola neoliberal y a defender el Estado en la forma en la que estaba. Nos encontramos con un Estado cuyas capacidades habían sido destruidas. Recordemos que no teníamos Ministerio de Salud, que además no se sabía cuántos prestadores privados había, que no sabíamos cuántos respiradores había. Tuvimos que enfrentar una pandemia y reconstruir las capacidades del Estado, que tuvimos que aplicar un ATP, de nuevo, sin saber cuáles eran las capacidades reales de las empresas. Hubo un Estado que se tuvo que reorganizar para asistir a la producción y el empleo. Digo ahora que nadie se asuste cuando decimos que hay que conducir al capital porque lo estuvimos haciendo en el marco de una pandemia y todos vinieron a tocarle la puerta al Estado para que los salven. Entonces, ahora cuando el Estado vuelve a decir bueno, miren que necesitamos mayores capacidades en esto, que hay que sustituir importaciones en esto otro, que en realidad necesitamos aumentar la capacidad energética, etc. La verdad que no debería asustar a nadie, sino que debería ser por el bien de la sociedad en su conjunto. Bueno, creo que quizás no había una buena síntesis de hacia dónde ir y me parece que hay momentos en que las personas obstaculizan y creo que en este sentido el cambio fue positivo. Debería ser positivo para generar una administración más eficiente y, sobre todo una administración más robusta frente a esta crisis económica que estamos viviendo.
—¿Por qué creé que después de 70 años este gobierno no logra alcanzar lo que se logró en 1952?
—Bueno, me parece en 1952 se consiguió por última vez con Perón y después lo destituyeron en el golpe del 55, luego en el 59 vino la crisis con Frondizi. El proyecto económico nacional no puede depender exclusivamente de la cartera del Ministerio de Economía. Quizás ahí reside una de las debilidades del Frente de Todos y me parece que es lo que viene proponiendo a Cristina Fernández de Kirchner en las últimas tres charlas cuando dice esto nos tiene que comprometer a todos y a todas como como compatriotas argentinos. El problema de las crisis recurrentes de la Argentina, exceden al Ministro de Economía, exceden porque tiene que ver con una estrategia de crecimiento en el caso del campo nacional y popular, amplio, no solamente el peronismo de entre aquellos que creemos que la Argentina tiene que ser un país desarrollado, industrializado, no tenemos consenso suficiente sobre cómo llegar a ese punto de acuerdo. Por otro lado, hay algunos que creen que sería más fácil dolarizar la economía, hacer un mega ajuste, devaluar y que la Argentina sea más parecida a un país centroamericano. Donde se ajusta o se llega a un equilibrio macroeconómico a partir del ajuste de la población y de la convivencia con altos niveles de pobreza e indigencia. Yo creo que todavía esa discusión sigue latente entre los compatriotas que creemos que la Argentina tiene que ser un país industrializado y desarrollado y me parece que llegó la hora de ponernos de acuerdo de cómo se llega a ese nivel.
—¿Le gustaría para las próximas elecciones ser candidata?
—Soy una militante política, estoy designada en el directorio del Banco Ciudad por parte del Frente de Todos, así que siento la responsabilidad política del lugar que me corresponde y voy a seguir apoyando los gobiernos nacionales, populares, se llame el Frente a Todos o vuelva a llamarse Frente para la Victoria, estaré a donde me convoque Cristina Fernández de Kirchner, no importa si es en una candidatura o no.
—Le agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de Perfil Educación y le damos la oportunidad de cerrar el reportaje con un comentario final.
—La situación se volvió compleja en términos de mercado, en términos de brecha cambiaria, en estos estos últimos días. Hay que llevar tranquilidad porque a pesar de estas situaciones complejas, tenemos mecanismos que controlan los dólares que están disponibles a pesar de la crisis energética internacional, estamos teniendo una buena gestión de los dólares que hay en la Argentina. Esperemos que la cosecha acompañe, el Banco Central ya flexibilizó, por ejemplo, los pagos para fertilizantes para garantizar que haya una buena cosecha. Y sobre todo algo que me genera a mí, al menos mucha tranquilidad y es que de nuevo Cristina está poniendo sobre la mesa el debate neurálgico y central sobre los vaivenes de nuestra economía, que es esta economía bimonetaria. Así que me parece que más allá de interpretar los dichos de la vicepresidenta como lo hacen muchos titulares, hay que escucharla de verdad y ponerse a trabajar en cómo solucionar estos escollos de la economía bimonetaria en nuestro país.
Por Guillermina Rizzo, Leonel Borda, Alan Rojas.
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