CICLO DE ENTREVISTAS
Perfil Educación

Romina Uhrig: "Mi psicóloga me dijo que me iba a servir un montón entrar a Gran Hermano"

La exintegrante del reality show se sumó al Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación. El costo en la salud mental que pagaron algunos participantes del programa. La propuesta del peronismo. Y el mensaje de Macri.

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Romina Uhrig en el Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación de Perfil. | Juan Obregón

Romina Uhrig participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, en la que habló de los meses en los que estuvo encerrada en Gran Hermano. “Ahí adentro te sentís sola. Lo que me pasaba en muchos momentos era estar mal o triste porque no me daba cuenta de toda la gente que me estaba viendo. Es algo que nunca lo hable con el psicólogo”, sostuvo.

La ex participante del reality show también hizo referencia a las consecuencias que enfrentó al salir de la casa más famosa del país. “Si vos te exponés, sabés que la gente va a hablar. Pero no pensé que sería con esta intensidad, con tanta bronca y odio hacía una persona”, declaró Uhrig en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Qué repercusión tuvo tu paso por el reality show en su vida?

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—Fue tremendo. Se habló mucho de mi maternidad, de mi paso por la política. Pero no se habló nada de lo que pasaba adentro, de lo que era la Casa. Todo lo que se charló fue de mi vida personal afuera. Fui muy cuestionada porque dejé a mis nenas, porque fui diputada. Se dijeron un montón de cosas. Parecía una cadena nacional. Creo que ni a Cristina le dieron tanto como a mí.

—¿Qué te significó exponerse las 24 horas del día?

—No te lo puedo explicar porque no sé si lo vas a entender. Tenés que vivirlo. Los micrófonos y las cámaras se vuelven parte de tu vida. Nosotros llevábamos todo el tiempo un micrófono en una riñonera y cuando nos íbamos a bañar era como un brazo más, una pierna más. Ahí adentro te sentís sola. Lo que me pasaba en muchos momentos, era estar mal o triste porque no me daba cuenta de toda la gente que me estaba viendo. Es algo que nunca lo hable con el psicólogo. Lo que siento ahora, y eso mismo lo hablábamos con Julieta Poggio, es que esos cinco meses mi vida quedó pausada.

—¿Qué costo tuvieron las críticas que recibió?

—La verdad que no tuvo costos, porque siempre digo la verdad y estoy muy tranquila. Tampoco tenía cosas ocultas u oscuras que esconder, sino no me hubiera expuesto en un programa como Gran Hermano, que era tan público. Sí me generó problemas por mi nena más grande, ya que ella sufrió bastante y se ponía muy mal con las críticas. No creía que iba a ser así, es decir, si vos te exponés sabés que la gente va a hablar, pero no pensé que sería con esta intensidad, con tanta bronca y odio hacía una persona. Una cosa es que puedan opinar de alguien, pero declarar y afirmar algo de esa persona, es tremendo. Cuando salí se calmaron mucho más las cosas y pude hablar con mi hija, pero la verdad que la puso muy mal escuchar que digan todas esas cosas de su mamá.

—Habló de un piscólogo. ¿Conversó con el psicólogo sobre lo que vivió en Gran Hermano?

—En la Casa teníamos un psicólogo al que vos podías llamar y hablar cuando querías. Yo también tengo mi psicóloga y hago mucha terapia. Hace poquito, nos juntamos con Julieta Poggio, lo charlamos y nos pasó a las dos lo mismo. Es algo raro, como que estuvimos en una burbuja, no sé cómo explicarlo. Creo que nosotras que lo vivimos lo entendemos, es como que éramos otras personas.

—Mencionó que hacías terapia antes de ingresar a la casa. ¿Volvió a ver a esa psicóloga desde que salió del show?

No volví al psicólogo desde que salí de Gran Hermano, todavía no pude. Los tiempos son complicados, desde que salí de la Casa no tuve un día de descanso. Estoy de un lado para el otro, arranqué estudiando actuación y también conducción. Además están los programas a los que voy y no tuve mi tiempo. Me siento bien igual, me ayudó un montón la Casa, más que mi psicóloga, te lo puedo asegurar, en un montón de cosas. Para que se den una idea de esto, después de mi pelea con Alfa dentro de la casa, el psicólogo me dijo: “Por fin Romina cerraste una etapa de tu vida”. Había cosas mías que me marcaron muy de chica, como el maltrato, que siempre creía que podía soportar. Yo sentía que lo que me hacía Alfa a mí, era porque yo algo le hice para que él me tratara así. Hasta que en un punto dije basta, lo corté y no le hablé más. No seguí más con eso porque me daba cuenta que era algo tóxico y que yo no tenía la culpa que él sea así conmigo, porque yo no había hecho nada. Eso me llevó mucho en terapia, nunca lo pude solucionar, y dentro de la Casa lo logré. El tema de sacarme esa mochila, no es mi culpa que él sea así conmigo, es tema de él, yo lo corté por lo sano. Era muy fuerte, muy feo todo lo que se vivía dentro.

—¿Le recomendaría a su hija entrar a la casa de Gran Hermano?

—Si mi hija quiere entrar, la apoyaría. La verdad es que es una experiencia única a nivel personal. Yo me llevé muchos aprendizajes, cambié muchas cosas, empezás a valorar otras también. La verdad que como aprendizaje depende para lo que vos quieras en tu vida. Así que sí, si ella quiere, obviamente. Todo lo que sea bueno para mi hija siempre lo voy a acompañar.

—¿Entonces considera que es bueno estar en Gran Hermano?

Sí, la verdad que sí. Tenés que estar preparado para la exposición. Julieta Poggio, por ejemplo, sufre mucho a los haters y tampoco es que tenga tantos, por eso hablo mucho con ella. Ahora, si vos te exponés, tenés que saber que esto va a pasar y tenés que estar preparado. Yo, porque ya vengo de la política y ya sé lo que es, tengo una base. Pero Julieta, que es nueva en todo esto, por ahí no tiene esa base. En cambio mi hija, si estuviese en un Gran Hermano, también se va a tener que preparar. Tenés que hacer oídos sordos y tenés que saber quién sos vos, como le digo a Juli. Todo lo que dicen es porque hoy hay mucha maldad, hay mucha gente mala. Por eso, tenés que estar preparado para que hablen. Obviamente, somos seres humanos y nos cuesta pero hay que dejarlo que fluya, que pase.

—¿Qué similitud encuentra entre Gran Hermano y la política?

—Nosotros continuamente estamos haciendo política, en la casa de Gran Hermano también lo hacés. Una cosa es campaña, otra cosa es política. En todo sentido, cuando hablás de algo, no hace falta que sea político. El paso mío en la política siempre fue en lo social, fue en la parte comedores, merenderos, centros de jubilados. Hasta se me ha criticado mucho porque yo cocinaba para los chicos, decían que hacía política cocinándoles.

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Romina Uhrig en el Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil.

—Hasta ahora solo comentó lo positivo de la participación en el reality, ya le sirvió a nivel profesional y a nivel personal. ¿Hay un costo negativo de haber participado del programa?

—Hay compañeros, por ejemplo Coty, Juliana o Martina, que por sus personalidades se les cerraron muchas puertas. A mí se me han inventado muchísimas cosas. Hay muchos recortes que te hacen, hay muchos que te editan. Por ejemplo, se decía: “Romina es gordofóbica”. ¿Por qué? Porque le dije gordita a mi hija. Mi sobrino cuando lo vi, antes de entrar a la casa, era un palito y no sabíamos que tenía y cuando lo vi le dije: “Estás con un poco de sobrepeso”, le decís, y por eso te matan. Pero pude salir, hablar y aclararlo. Yo creo que ese es el costo. Holder era una persona que tenía muchos seguidores, dentro de la Casa se ganó el odio y hoy no es la misma persona a la que querían. En otros Gran Hermanos sí hubo chicos que tuvieron que salir del programa porque no les hizo bien. Había uno que se empezó a golpear la cabeza. En este caso creo que salimos bien..

—Luego de salir de Grah Hermano, ¿siguió sintiendo que alguien la observaba, incluso en la intimidad de su casa?

—Hubo un momento que sí. Me me cuidaba con mi cuerpo. Me acuerdo que en un momento me estaba cambiando con el toallón y ahí me di cuenta.

—¿Cómo se preparó para entrar al programa y qué indicaciones le dieron desde la producción?

Mi psicóloga me dijo que me iba a servir un montón entrar a Gran Hermano. Desde la producción se fijaron todo el tiempo que pudiéramos estar muy seguros. Ellos tienen que estar seguros que vos vas a entrar y que después puedas aguantar dentro de la Casa. A vos te avisan tres días antes que vas a entrar. Te llaman para confirmar que vas a entrar y tienen a los suplentes por si alguno se arrepiente. Después hay nueve castings que te hacen, todos con psicólogos. No es fácil entrar. Ellos van evaluando todos los participantes y ahí es cuando realmente quedás.

—¿En algún momento pensó que cuando tus hijas sean más grandes le puedan hacer algún reproche por haber participado del Gran Hermano?

¡Pero si no hice nada malo! Yo estaba separada, también podían reprochar al padre porque se fue cinco meses. En cambio, yo me fui por un tema profesional. Y mi hija, al contrario, siempre estuvo está feliz. Yo fui al Gran Hermano porque cuesta mucho insertarse en los medios. Y esto me podía salir bien o mal.

—Se habla mucho sobre si Gran Hermano está guionado. ¿Hay algo que está pautado?

—No, realmente no. Por ejemplo, en la pelea que tuve con Alfa, me podrían decir que me arreglara y no me dijeron nada. Y eso que nosotros dos le dábamos mucho rating al programa. Cuando se rompió eso nadie nos dijo nada.

—También se habló mucho sobre su participación política. ¿La llamaron de algún espacio político para participar de esta campaña electoral?

—Sí, me llamaron. Me preguntaron si quería tener una charla con alguien de la política y le dije que no.

—¿La llamaron desde el peronismo?

—Sí. Pero también me mandó un mensajito Macri. Fue un videíto diciendo que me sume al Pro.

—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas con estudiantes de Periodismo de Perfil Educación y lee damos la posibilidad de hacer un comentario final.

—A mí se me dio esto a los 35 años de mi vida. Es lo que tanto soñé. Por eso les digo que nunca es tarde, que nunca hay que bajar los brazos, que siempre hay que creer en uno. Hagan lo que amen, disfrútenlo mucho y valoren todo lo que tengan. Y agradecerles a ustedes por esta linda charla.

Por Julieta Morales, Fernando Revilla Lima, Romina Veloso
Estudiantes de Periodismo de Perfil Comunicación

Escuela de Comunicación del Grupo Perfil