El cohete más poderoso del mundo, el Falcon Heavy de SpaceX, despegó con éxito este martes en su muy esperado vuelo de prueba, con el coche Tesla rojo del magnate Elon Musk a bordo, hacia una órbita cercana a Marte.
Musk, inventor e inversor de proyectos de ingeniería, decidió poner como tripulación del Falcon Heavy a un maniquí con un traje espacial al volante de un coche eléctrico rojo de Tesla, su otra empresa emblemática.
"Me encanta la idea de un coche yendo hacia el infinito en el espacio y que puede ser descubierto por una raza extraterrestre en millones de años", había imaginado el año pasado Musk, que aspira ni más ni menos que a colonizar Marte, como consignó la agencia AFP.
Gritos y vítores estallaron en la base de Cabo Cañaveral, Florida, cuando el enorme cohete encendió sus 27 motores y surcó el cielo azul sobre la misma plataforma de lanzamiento de la NASA, que sirvió como base para las misiones estadounidenses a la Luna hace cuatro décadas. Cuando llevaba dos minutos de vuelo, los dos cohetes propulsores se separaron y regresaron hacia la Tierra, aterrizando perfectamente en vertical, uno junto al otro, según mostró SpaceX en una transmisión en vivo.
"Los Falcon aterrizaron", dijo Lyons. Un tercer propulsor debe aterrizar en una plataforma marina.
Cómo es el Falcon Heavy
El Falcon Heavy mide 70 metros de alto –como un edificio de 23 plantas– y tiene 27 motores con una fuerza de empuje de más de 2.500 toneladas, equiparable a la de 18 aviones Boeing 747.
Su capacidad de carga dobla la del cohete más poderoso que había hasta ahora, el Delta IV Heavy de la United Launch Alliance. El coste de un viaje del Falcon Heavy, según SpaceX, es de 90 millones de dólares.
La misión tiene como objetivo probar si el cohete puede servir para llevar carga útil a la órbita terrestre baja, donde se encuentran la Estación Espacial Internacional (ISS) y los satélites de observación de la Tierra.