Kampala - En un bosque tropical ugandés, un equipo de científicos no quita ojo a una manada de chimpancés que ponen todo su ingenio en curarse con las plantas, consciente de que estos guías singulares bien podrían dar pistas para el hallazgo de nuevos medicamentos para el hombre.
"Es la primera vez que se hace una observación de los chimpancés con el objetivo de encontrar medicamentos para el Hombre dentro de un marco científico", explicó a la agencia de noticias AFP Sabrina Krief, veterinaria francesa que integra el grupo de expertos ugandeses y galos a cargo de esta hazaña. El proyecto tiene por objetivo c omprender mejor el comportamiento de los chimpancés y utilizarlos como guías para el descubrimiento de nuevas moléculas.
Uganda, en Africa oriental, es una tierra fértil para los investigadores. "Es extremadamente rica en términos de biodiversidad: ocho de las 16 zonas de plantas endémicas en Africa se encuentran aquí", dice con satisfacción John Kasenene, profesor de botánica de la Universidad Makerere en Kampala.
El proyecto de colaboración entre Francia y Uganda estipula que, en caso de hallazgo de nuevos medicamentos, los dos países compartan los beneficios. El bosque tropical de Kibale (250 km al oeste de Kampala) ofrece una fuerte concentración de especies de primates.
En kibale, la doctora Krief observa a una cincuentena de chimpancés comunes, nuestros primos hermanos, identifica a los enfermos y anota escrupulosamente su régimen alimentario. Al alba, se recogen muestras de orina y de heces de los chimpancés en sus nidos nocturnos para analizarlas. Sabrina Krief cuenta cómo un chimpancé llamado Yogi curó sus lombrices intestinales con hojas de "Aneilema aequinoctiale" que engullía a primera hora de la mañana, un tratamiento que acompañó con corteza de "Albizia grandibracteata", conocida por sus propiedades antiparasitarias en los cultivos. Y cómo otro macho, Makokou, febril y sin fuerzas, se alimentó durante un un día casi exclusivamente de hojas de "Trichilia rubescens", cuyas moléculas, aisladas por los investigadores, matan los agentes del paludismo en cultivo.
Estas observaciones nos han "permitido poner al día nuevas moléculas de estas plantas con actividades antipalúdicas importantes, propiedades vermífugas y antitumorales", recalca Krief.
Dennis Kamoga, asistente en botánica, se encarga de recolectar y secar las muestras de las plantas "ingeridas" por los chimpancés, cuya extracción química y análisis se realiza en Uganda y en Francia. "íLo que me asombra, es que estos chimpancés no tienen farmacias, ni laboratorios, van sencillamente a recoger la planta con la que se van a curar!", exclama entusiasmado. La finalidad de este estudio es desarrollar nuevos medicamentos y conocer mejor la flora de los chimpancés, algunos de los cuales están amenazados.