Un traje espacial diseñado por un ingeniero argentino podría llegar a ser utilizado en futuras misiones espaciales al planeta Marte si supera una serie de pruebas experimentales a las cuales lo someterá la NASA a partir de mañana, en el desierto estadounidense.
Se trata del traje NDX-1, creado por Pablo de León, de 42 años, ingeniero aeroespacial argentino, que ahora pondrá a prueba su invento bajo la supervisión de la Agencia Nacional Aeroespacial estadounidense (NASA, por su sigla en inglés), para futuras misiones espaciales al planeta rojo.
La entidad comenzó hoy la misión "Spaceward Bound", en la que simula técnicas de exploración de ese planeta en la base de la Sociedad de Marte, en el desierto del estado norteamericano de Utah.
El traje diseñado por de León, que supervisó a más de 30 investigadores y especialistas bajo el programa NDSTAR 2005 coordinado por la NASA, ya ha superado otras instancias y ahora será testeado durante la primera semana de la simulación, que tendrá lugar en la Estación de Investigaciones de Marte en el Desierto.
La misma consta de una expedición tripulada que deberá vivir durante 15 días en las mismas condiciones extremas que se generan en el hábitat marciano, producidas artificialmente dentro de un laboratorio.
Según explicó de León a la agencia oficial Télam, el traje ya fue probado con éxito durante el mes de mayo de 2006, en un proyecto llamado "Badlands" en Dakota del Norte, donde vive y forma parte del Departamento de Estudios Espaciales de la universidad estatal.
Para ser efectivo, el NDX-1 deberá soportar temperaturas de un frío extremo y adaptarse a la falta de atmósfera que hay en Marte, donde abundan sustancias tóxicas como el dióxido de carbono.
"Se trata de una nave espacial en miniatura, extremadamente compleja, con sistemas que permiten la vida dentro del traje, pues éste tiene que proveerle los mismos sistemas al astronauta que la misma nave", señaló.
Desde 2005, cuando comenzaron el proyecto con un presupuesto otorgado por la NASA de 100 mil dólares, el traje superó las expectativas de sus creadores, pero de León reconoce que deberá hacerle futuras modificaciones para cuando se realice la expedición.
"Una misión a Marte no se va a producir hasta dentro 15 a 18 años, por lo que éste es un prototipo y en los próximos años se van a incorporar nuevos materiales y tecnologías necesarias", afirmó.
El traje está compuesto de fibras especiales de kevlar, el mismo material que se usa para chalecos antibalas, fibras de carbono para las partes rígidas y aleaciones especiales de aluminio, pero sólo pesa 25 kilogramos -aunque en Marte, donde la gravedad es tres veces menor, pesará sólo un tercio-.
Para el ingeniero "hay dos problemas fundamentales" que deben enfrentar ahora: la protección contra la radiación, "no tanto en la superficie del planeta sino en el viaje, de lo que se deben encargar principalmente quienes diseñan la nave", y "la contaminación de polvo, que en Marte abunda y es de muy pequeño tamaño, por lo que se mete en los sistemas del traje", señaló.
"Los astronautas del Apolo 13", cuya misión estuvo a punto de llevarlos a la muerte, "pudieron volver porque estaban a tres días de distancia de la Tierra, pero a Marte hay meses y meses", aclaró.
De León dijo además que no hay otros trajes que se estén diseñando desde la NASA, al menos para esta misión, pues aunque "están investigando otros pero son para la cápsula espacial que va a reemplazar a los transbordadores espaciales a partir de 2015".
Fuente: Télam