Las chinches de cama son unos bichos pequeños, de no más de siete milímetros, pero si se juntan son de lo más odiosas. Dejan lastimaduras porque se alimentan de sangre humana; por ahora no causan enfermedades, aunque los expertos no descartan que en el futuro se transformen en vectores de alguna. En numerosas ciudades de los EE.UU. son plaga y ya existen reportes de ciudades como Barcelona, Londres y Madrid, cuyas asociaciones hoteleras están en alarma desde el último invierno boreal.
El fenómeno comienza a llegar a Buenos Aires y se repite en varias ciudades del interior. Según pudo saber PERFIL, un hotel cinco estrellas porteño debió cerrar dos pisos enteros para erradicar la plaga debido a las quejas de los húespedes y a que se constató la presencia del molesto insecto. “A nosotros nos contrataron de otro hotel cinco estrellas, pero por una sola habitación. La mantuvimos aislada 15 días e hicimos un tratamiento en alfombras y colchones.
Luego, una tarea preventiva con insecticida en todo el piso para evitar la reinfestación. La hembra pone dos o tres huevos por día”, explicó Mariano Pereyra, de la empresa Efmarco, que se negó a revelar el nombre de su cliente. Pereyra agregó que si en dos semanas no se vuelve a detectar el bicho, se habilita de nuevo la habitación.