La prestigiosa revista Popular Science publicó esta semana una investigación en la que explican que el semen puede ser un buen antidepresivo para las mujeres que entran en contacto con él.
La publicación entrevistó a uno de los encargados de realizar un estudio en 2002 para la State University de New York, que en ese momento había llegado a la conclusión de que las mujeres que mantenían relaciones sexuales sin preservativo y por lo tanto tenían contacto directo con el semen, tenían menos tendencia a la depresión.
El estudio se había llevado a cabo con 293 estudiantes y se usó como parámetro de medición un cuestionario común. Según el test, las personas con puntaje sobre 17 son consideradas moderadamente depresivas.
El equipo de investigación encontró que aquellas mujeres cuya pareja nunca usaba protección, promediaron los 8 puntos. Aquellas que lo usaban de vez en cuando llegaron a los 10.5 puntos y las que mujeres que lo usaban siempre promediaron 11.3.
Las que se abstienen de tener sexo, corrieron con peor suerte: alcanzaron los 13.5 puntos en promedio.
Física y química. Con esos y otros resultados, la investigación llegó a la conclusión de que el semen puede llegar a ser un buen "vínculo químico" para las parejas.
En la reciente entrevista con Popular Science, él investigador Gordon Gallup Jr, una de las personas que estuvo detrás de ese estudio desarrolló más datos que surgieron en ese momento.
Según Gallup, el semen contiene una mezcla de estrógenos, oxitocina y otras hormonas que están influyen en los niveles de depresión de las personas. Se cree también que son estas las sustancias que hacen que las mujeres que entran en contacto con el semen "vuelvan por más".
"Las mujeres que están en relaciones estables y tienen sexo sin protección podrían hacerlo justamente como parte de una especie de automedicación. Como ser inseminadas les afecta el estado de ánimo, podrían usar el sexo como un regulador de su humor", agregó el científico.