Aunque la voz es el elemento central de la comunicación humana, es muy común que las personas sufran una disfonía pero demoren largamente la consulta con un profesional.
"Esto es más común de lo que la gente cree y muchos pacientes conviven con un trastorno de la voz durante semanas sin consultar a un médico especialista. Y eso puede causar que el diagnóstico llegue tarde, cuando ya haya una lesión más compleja a tratar", le explicó a PERFIL el doctor Marcelo Sztajn, médico del servicio otrorrinolaringología del CEMIC y directivo de la Sociedad Argentina de la Voz. Y agregó: "Cualquier disfonía que se extienda por más de 15 días amerita una consulta médica. Pero, usualmente la disfonía no recibe la atención que necesita".
La "disfonía" es el término médico que engloba a cualquier tipo de alteración de la voz y "debe ser estudiada por un equipo profesional que incluya un médico, un fonoaudiólogo y hasta un psicólogo, ya que –si la molestia se extiende por más de dos semanas- puede estar marcando una alerta de otro tipo de enfermedades, incluyendo oncológicas, neurológicas, psicológicas o un trastorno funcional", le detalló a PERFIL la licenciada en Fonoaudiología Maria Pilar Bertuzzi, miembro del equipo de atención del CEMIC.
Entre los síntomas que indican la necesidad de consultar un equipo médico figuran las siguientes: sensaciones extrañas en la garganta como picazón, ardor, irritación; falta de aire para terminar una frase, cansancio al hablar, dolor o tensión en el cuello, sensación de que la voz pierde volumen, voz ronca o áspera, dificultar para recuperar la voz y necesidad de aclarar con frecuencia la garganta.
De hecho, según los expertos consultados, aún hoy es común que algunas personas piensen que “estar ronco” ni siquiera constituye un problema de salud.
Hay algunas especialidades laborales en las que la herramienta central de trabajo es la voz y estas personas deben ser especialmente cuidadosas con esta problemática. "Por ejemplo, docentes, o telemarketers que trabajan en ambientes ruidosos y suelen tener que forzar la voz para hacerse oír", aclaró Sztajn.
Los expertos detallan que los "factores de riesgo" son varios: el esfuerzo que requiere hablar en el elevado ruido ambiental, inadecuada climatización en lugares de trabajo, hábitos tóxicos (tabaco, alcohol), mala alimentación, fuerte demanda vocal sin preparación previa en personas que usan su voz como herramienta de trabajo (docentes, telemarketers, etc).
A la hora de la prevención, los profesionales ofrecen varios tips útiles: no forzar la voz en ambientes ruidosos; no carraspear, sino beber un sorbo de agua para aclarar la garganta; no fumar, y entrenarse con un profesional para un uso correcto cuando se la usa intensivamente.
"Un tratamiento preventivo, que reeduque la forma de hablar de la persona que suele tener disfonías debe comenzar con el diagnóstico en el que lo mejor es que intervenga un otorrino, un fonoaudiólogo e –incluso- un psicólogo, ya que hay varias situaciones en las que episodios de estrés o trastornos de ansiedad se manifiestan con una afonía" recordó Bertuzzi. Y detalló: "la reeducación puede durar entre 3 y 6 meses, según el paciente".
Consultas. Con motivo del Día Mundial de la voz, varias instituciones médicas especializadas ofrecen la posibilidad de realizar un control otorrinolaringológico y fonoaudiológico gratuito. Las consultas toman apenas 15 minutos.
En el caso del CEMIC los controles gratuitos se realizará el viernes 20 de abril de 9 a 11 hs, en su Centro Médico Caballito, (Av. Rivadavia 6044, CABA). Y el sábado 21 de abril de 9 a 11 hs, En su sede "Las Heras", (Av. Las Heras 2900, CABA). No requiere inscripción previa.