Camino por Diagonal Sur desde Plaza de Mayo y en el trayecto me llevo una imagen desoladora. Bares y comercios cerrados. Edificios públicos donde hace meses no hay gente. El microcentro es la capital de un imperio que nunca existió. En el celular tengo un mensaje del editor de está sección invitándome a escribir el panorama de la semana. Respondo que sí como un autómata. Claudico ante mi narcisismo. Pero pasan las cuadras y me voy arrepintiendo. ¿Qué se puede escribir sobre lo que está pasando? Unos minutos antes en la oficina estaba leyendo una encuesta sobre la provincia de Buenos Aires de la consultora Reyes-Filadoro que dice que un sugerente 41% de la gente no se vacunaría. La causa principal (64%) es porque no confían en la vacuna Sputnik V. En ese marco, el gobierno se tienta a probar la idea de aplicar una sola dosis y un día después lo desmiente. ¿Nadie le avisa al presidente que necesita urgente una estrategia de comunicación para apuntalar la campaña de vacunación más importante de la historia de nuestro país?
Llego a Avenida Belgrano y enfilo hacia 9 de Julio, camino solo. Ni un alma. En esa misma encuesta decía que el 49% de la gente no llega a fin de mes pero se las arregla o tiene necesidades urgentes. “Se las arregla” significa que está endeudada o no paga ciertos bienes. Las políticas de contención con el IFE y la ATP sirvieron hasta diciembre pero la gente empieza a percibir que la inflación se está comiendo su consumo y ahorros. El gobierno lo percibe pero no tiene mucho margen de maniobra porque la prohibición de despidos y la doble indemnización lo único que generó es que se cerraran negocios y se perdiera empleo.
En uno de los edificios públicos vacíos veo flamear la bandera del sindicato de estatales UPCN. Cristina Fernández de Kirchner no solo avanza sobre la Corte Suprema de Justicia con un proyecto que busca crear un tribunal intermedio que filtre las causas de corrupción, también puso primera para atropellar al sindicalismo. Si manejás la caja manejás todo, decía Néstor. Por eso la intención de manotear el 30% del Fondo Solidario de Redistribución. Este fondo de unos 100 mil millones de pesos tiene como objetivo principal el reintegro del dinero a las obras sociales por tratamiento complejos. Con la pandemia la recaudación de las obras sociales sindicales se derrumbó entonces tuvieron que recurrir al Estado para cubrir prestaciones. Así reaparece un conflicto que tiene su origen en 2014 cuando el entonces titular del PAMI Luciano Di Césare pretendió crear un nuevo seguro nacional de salud financiado por el Fondo Solidario. Ahora, el que toma el rol de Di Césare es el viceministro de salud bonaerense Nicolás Kreplak con un proyecto que de máxima implicaría una reforma constitucional para que las provincias resignen autonomía sanitaria. Este proyecto augura ruido blanco en la columna vertebral del PJ difícil de ocultar. A los gobernadores e intendentes los tienen alineados. Los gobernadores al bajarles la recaudación dependen de la Nación como el agua y los intendentes ya tienen a Máximo K indicándole los colaboradores y armando las listas. Solo le queda alinear al sindicalismo. Mucha atención compañeros cuando cierren las listas este año.
Larreta tiene una imagen positiva del 56%, contra el 26% de Macri y el 36% de María Eugenia Vidal
Cuando llego a avenida 9 de Julio veo que hay unas cinco personas esperando el 45 en una estación del Metrobus cuya capacidad queda enorme para la afluencia de pasajeros actual. “En la ancha avenida del medio, un Metrobus”, dijo una vez el analista político Luis Tonelli por televisión y me hizo reír. La oposición tiene un gran activo que es el 41% que la votó. Se ve mucho diálogo entre líderes partidarios del PRO, UCR y CC pero falta un mensaje y un plan para ganar. Horacio Rodríguez Larreta se perfilaba como presidenciable con más ventaja. La pandemia lo colocó en una mesa tripartita a la vista de todos los argentinos. Cuando eso se cortó y también le manotearon el dinero de la coparticipación su imagen en la provincia de Buenos Aires, la primera circunscripción del país con el 40% del electorado, cayó 11%. En el último reporte de Reyes-Filadoro, Larreta muestra una imagen positiva del 56%. Larreta supera ampliamente a Macri (26%) y a María Eugenia Vidal (36%). El cacique porteño emparda con Alberto Fernández que cayó 8% su imagen desde septiembre. Pero aquí el Presidente lo supera en imagen negativa (46% vs. 39%). Pero la fortaleza en imagen no se traduce en intención de votos para Larreta. En esta situación se suceden las reuniones presenciales y virtuales de todos los líderes de la oposición. Larreta necesita cerrar con Macri y el radicalismo para que estos no le jueguen por afuera. Macri con muy poco logra seguir en el centro de la escena, los tuits para que abran las escuelas es solo un ejemplo. María Eugenia Vidal debe decidir si juega en capital o en la provincia donde todos los sueños presidenciales se hunden. Los radicales quieren recuperar la Capital con Lousteau pero ahí Patricia Bullrich vuela y le va a pedir una interna. Lilita amaga con ir a la provincia pero ahí Cambiemos necesita ordenarse de manera urgente. Como me dijo un armador bonaerense del PRO usando una licencia poética “Esta lindo, estamos en igualdad de condiciones, como en una cooperativa. Nos ponemos de acuerdo rápido y los cogemos.” Algunas encuestas empiezan a mostrar que el gobierno está en apuros para el año que viene. Cambiemos se va a concentrar en ganar el centro geográfico del país (Chetoslovaquia, lo llama las redes). Ganar Córdoba y Santa Fe es esencial para condicionar la Cámara de diputados en los próximos años. En la provincia mediterránea se está preparando una sorpresa.
Bajo al estacionamiento subterráneo de la 9 de Julio, pago y agarro el auto. Quisiera estar en pelotas en la playa. Salgo de la rampa en slow motion como los videos y la gestión de Nicolás Trotta. Abran las escuelas porque sino va haber quilombo, pienso. Qué año que se viene...
*Politólogo (@martinkunik)