COLUMNISTAS
las desprolijidades de la afa ante la pandemia de coronavirus

El burdo guión de una sitcom

20200315_chiqui_tapia_tinelli_afp_ap_g.jpg
Prioridades alteradas. Tapia, presidente de AFA, y Tinelli, de Superliga. | AFP / AP

Lo de la AFA ya parece una parodia. Si tuviéramos que guionar una sitcom de lo que ocurre dentro de la casa madre del fútbol argentino estoy segura de que nos parecería exagerado proponer algunas de las escenas que lamentablemente pasan en la realidad. Y cuando siento que llegamos al límite y que más burdo no puede ser el accionar de los dirigentes, ahí están ellos para demostrar que siempre, siempre se puede ser más desprolijo. Pero lo que vivimos en estos días es una cuestión de salud pública, muchachos, con eso no se jode.

Mientras muchos países europeos están sufriendo las consecuencias de no haber tomado medidas más severas de prevención para evitar la propagación del coronavirus, nuestros representantes a nivel futbolístico prefieren subestimar la situación. Aunque sería una mirada un poco ingenua pensar que lo piensan en términos de riesgo para los jugadores, son los intereses económicos y políticos los que arrasan de lleno con el sentido común.

Claro, como ya se metieron en el lío de incluir los puntos obtenidos en la Copa de la Superliga en la pelea por los descensos y la clasificación a las copas continentales, ahora ni ellos saben qué hacer. Si la suspenden, se les vienen al humo los clubes que se están yendo al descenso (uno, dos, tres, nadie sabe cuántos son) y si llegan a determinar que ninguno pierde la categoría, además de bochornoso, les queda un torneo de quinientos equipos. Pero sabiendo que la situación se está agravando cada día más y que la suspensión de toda competencia deportiva es inminente, ¿realmente les pareció una buena idea jugar esta primera fecha? Cuando renunció Mariano Elizondo nos preguntábamos qué iba a pasar si tuvieran que tomar una decisión importante con la Superliga acéfala de autoridad. Y aunque Claudio Tapia y Marcelo Tinelli hayan agarrado la manija de manera improvisada, hay un poco de karma de que justo se les venga un problema mundial encima.

Y no, no es que el fútbol propiamente dicho sea importante en medio de una pandemia mundial, por eso mismo las principales ligas del mundo, las que más dinero mueven, están canceladas y sin fecha de reanudación. Incluso en esta parte del mundo, donde la propagación del virus recién está comenzando, la mayoría de las federaciones decidieron cortar por lo sano y suspender todo pensando en el bien común.

En el medio, River se cortó solo y decidió no presentarse al partido ante Atlético Tucumán. No tengo dudas de que hay un trasfondo político en esta decisión, pero también es cierto que Leonardo Ponzio, su capitán, fue uno de los más enérgicos en este pedido, tratando de incluir a los líderes del resto de los planteles del fútbol argentino. Muchas veces me pregunto por qué los jugadores no hacen valer más el poder que tienen de parar la pelota, de visibilizar causas, de tener más compromiso. O contra quienes chocan en ese intento. Porque Sergio Marchi hace rato que parece representar más los intereses de los dirigentes que de los futbolistas a los que supuestamente defiende desde Agremiados.

Lo cierto es que esa tendencia tan nuestra de pensar que estamos exentos de todos los males debiera terminarse cuando se trata de una cuestión de salud pública a nivel mundial, y el fútbol nunca es la excepción. Da la triste sensación de que están esperando que aparezca el primer caso positivo en un plantel para hacerlo. Quizás, cuando esta nota esté publicada, ya lo estemos lamentando.