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Quantum

Hacia un nuevo paradigma

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Infinitésimas partículas subatómicas, remolinos de electrones, objetos de naturaleza dual, ocupando dos posiciones en simultáneo…

¿Conceptos reconocidos en una de las tantas novelas futuristas de Asimov o en Origen de Dan Brown o ese pasaje memorable de Galileo que marca la transgresión de la doctrina cristiana y el mundo de la física o en los escritos borgeanos, en la discursividad paradojal del encuentro de dos cuerpos en un mismo tiempo y espacio donde el “ahora” y el “aquí” conviven con el pasado, el desdoblamiento de ese yo en El otro; tal vez siguiendo las huellas en la prosa dantesca que anticipa en el Paraíso la noción de curvatura del espacio, o incluso en Eureka de Poe, en la búsqueda de la solución a la vastedad del universo?

La computación cuántica no solo representa la promesa de liberar el poder de los límites computacionales actuales, sino también revelar las posibles soluciones a los grandes misterios de índole científica y social.

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Al parecer el “santo grial” de la informática, más allá del valor teórico o metafórico, significaría un cambio, un avance con consecuencias tangibles para todos.

Ahora bien, estamos a las puertas de un terreno desconocido, donde hay comportamientos que contradicen el sentido común, como el hecho de que un átomo puede estar en dos lugares al mismo tiempo.

Así lo mostraría en sus albores la paradoja de Schrödinger en 1935 que ejemplifica tanto la imprevisibilidad como la llamada superposición, esto es, la posibilidad de que estados opuestos existan simultáneamente.

Matemáticamente, en el sentido del lenguaje de los algoritmos computacionales, en una computadora cuántica un qubit (o bit cuántico), que utilizan propiedades de partículas subatómicas, puede presentar dos estados: ceros y unos en simultáneo, es decir, cada uno de estos valores tiene la probabilidad de existir, en cualquier momento dado, a diferencia de una computadora tradicional, donde un bit o unidad de información solo puede tomar dos valores: o cero o uno. El rango de probabilidades de un qubit puede ser representado como una onda (wave).

Un algoritmo cuántico, entonces, describe el estado inicial de esos qubits de manera que codifica las ondas que contienen una probable solución. Como resultado de la mencionada superposición, una computadora basada en qubits puede hacer muchos más cálculos a mayor velocidad que una máquina convencional.

Pero, ¿existe la computadora cuántica?

Es vital comprender que, si bien se han diseñado prototipos con mayor capacidad y velocidad de procesamiento −de 10 mil años a 200 segundos−, solo es uno de los pasos iniciales hacia la supremacía cuántica. Mientras tanto el futuro es la hibridación, donde lo digital binario coexistirá con lo cuántico.

Como sostienen investigadores y científicos de instituciones reconocidas como el MIT o la NASA y los gigantes tecnológicos como IBM y Google, la computación cuántica se encuentra en su “infancia”, aunque mantienen la firme promesa de que generará impactos significativos en todos los órdenes. Sin embargo, hay un largo camino por recorrer, como en un jardín de senderos que se bifurcan.

*Lingüista.