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ACCION FUTURA

Nivel de desarrollo y tipo de democracia

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Centro. Los resultados se asocian a las características sociales. | cedoc

Las elecciones del 27 de octubre mostraron resultados similares en los distritos del centro del país, como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis, Entre Ríos y CABA; y diferentes a las similitudes observadas en provincias del Norte y Sur.

Estos resultados fueron asociados a diversas características económicas y sociales de los distritos, tales como porcentajes de pobreza, nivel educacional, predominio del empleo público o privado y niveles de ingresos, entre otros. Señalamientos correctos que requieren de un paso más para resumir lo que está por detrás de esos resultados diferentes, aproximándonos así a un diagnóstico que sirva para orientar la acción política futura.

Y lo que está por detrás de esas diferencias no es otra cosa que la estrategia económica que han seguido unos distritos y otros, lo que ha llevado a distintos niveles de desarrollo económico (entendido como algo diferente del crecimiento o producto bruto).

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La existencia de un mayor nivel de desarrollo se asocia, en lo económico, a una creación de riquezas fruto de la inversión privada en industrias con alta productividad y creadora de empleos genuinos; en lo social, a leyes laborales más avanzadas obtenidas por un obrero libre sindicalizado, que logra además mejores salarios que son posibles por aquella mayor productividad empresarial; y en lo cultural, a la participación de ese obrero libre que vende solo su fuerza de trabajo conservando sus principios, los que sumados a los de otros sectores exigen instituciones que garanticen sus libertades y sus idiosincrasias.

Esto hace que en las provincias con mayor desarrollo relativo tienda a existir una institucionalidad política republicana, respetuosa de la división de poderes y de la libre voluntad de los ciudadanos. Institucionalidad que mantiene una relación armónica con la estrategia económica llevada adelante, la que a su vez es la garantía de que se siga el mismo  rumbo. Todo reforzado por un uso del Estado diferente al que se hace en los distritos con menor desarrollo.

Mientras en las provincias con mayor nivel relativo de desarrollo el Estado tiende a ocuparse de promover las inversiones privadas creadoras de empleos genuinos y bien remunerados, garantizando esas inversiones productivas junto con los derechos de los trabajadores, en las provincias con menor nivel de desarrollo no solo no se busca promover las inversiones privadas, sino que en muchos casos la no inversión privada se ha convertido en una “política de Estado de la provincia”, para evitar la aparición del “obrero libre” que, aliado a otros sectores, puede poner en jaque esa dominación política semifeudal. En esas provincias el Estado suele malgastar sus potencialidades ocupándose de la pobreza que sus propios gobernantes contribuyen a crear. Pobreza que atienden con planes y empleo público, y expulsando a la población que “sobra” por la falta de empleo, lo que podría ser un factor desestabilizador de ese tipo de dominación.

Se observa así una fuerte asociación entre nivel de desarrollo económico y tipo de democracia en el distrito. Los que han alcanzado un mayor nivel de desarrollo, con inversiones productivas y obreros libres en la producción, crean un ambiente de mayor independencia respecto del Estado, favoreciendo una democracia republicana. Mientras que el menor desarrollo relativo, con sus secuelas de pobreza y dependencia del Estado, favorece un tipo de democracia clientelista, en la que los ciudadanos delegan su voluntad en un líder que a cambio de asistencialismo y empleo público ejerce su dominación con discrecionalidad, reproduciendo las condiciones de pobreza y subdesarrollo. Son las llamadas democracias delegativas.

Es cierto que los descontentos que recorren el mundo han dado lugar a este tipo de democracias aun en países desarrollados, pero en situaciones materiales nada comparables y con reglas de convivencia más institucionalizadas.

El problema se agrava cuando las democracias delegativas provinciales pesan sobre el conjunto de la nación, como ocurre en nuestro país, ya que las mismas llevan sus posiciones retrógradas al Congreso de la nación, obstaculizando así cualquier plan de modernización económica y política.

 

*Sociólogo. Club Político Argentino.