Ganó Macri. El primer presidente elegido por sufragio secreto y obligatorio ni peronista ni radical de la historia argentina.
La página de la historia argentina ha dado ayer un punto de inflexión que se abre analíticamente en cuatro capítulos. 1) Por qué perdió Scioli. 2) Por qué ganó Macri. 3) Cómo se reconfigurará el peronismo y por último, y el más importante 4) Cómo gobernará Cambiemos.
- Por qué perdió Scioli: La larga campaña de Daniel Scioli, y su conjunto de actos teatrales deshilachados hablan a las claras de su relación contradictoria con la gran perdedora de la noche, Cristina Fernández de Kirchner.
Cristina perdió no sólo por haber construido una estrategia electoral equivocada, sino oir no haber identificado que desde 2011, tras su triunfo por el 54%, el país era diferente al del período 2003-2011 y que el proceso económico ascendente que se había iniciado con la salida de la convertibilidad estaba agotado. Extendió el ciclo por cuatro años más, ofreciendo más de lo mismo, con el cepo y la inflación como mudos relatores de lo dicho. Ese “alargue” necesitó cada vez más de su retórica y de sus cadenas nacionales. De este modo fue auto-devorando su capital político. En ese contexto, se desarrolló este año político, con las ambivalentes señales de quién podría sucederla, y un armado vacilante en lo electoral que llevó a muchos a preguntarse si realmente quería que ganara Scioli.
- Por qué ganó Macri: Desarrolló su mejor talento, asumir el riesgo. Así como tuvo talante para no presentarse en 2011, que lo hubiera puesto a discutir el tercer puesto, y tuvo la audacia para constituir una rara pero efectiva asociación con el radicalismo y con Carrió, con la habilidad de pergeñar algo difícil: un modelo diferente a la Alianza de 1999, que tan mal terminó.
Este nuevo modelo tomando parte de la “vieja política” le otorgó una legitimación importante de una parte de la sociedad, que habían dicho “mi límite es Macri”. Renglón seguido lanzó otra apuesta de riesgo, enviar a María Eugenia Vidal a recorrer los complejos laberintos de la provincia de Buenos Aires, y construyó una arquitectura territorial que el peronismo abandonó hace años cuando se constituyó en un Partido-Estado. Finalmente sus propuestas fueron convocantes especialmente las “reconciliatorias”, allí donde el kirchnerismo lanzaba alcohol a las llagas, aun con las dudas que generaron algunas de sus planes en el plano económico.
- Cómo se reconfigurará el peronismo. Simplemente valga decir que le llevará entre cuatro o cinco años al peronismo recuperarse y que debe preocuparse por no ofrecer una oposición demoledora a Mauricio Macri aprovechando sus ventajas en el Congreso, para en cambio ofrecer a la sociedad un rostro renovado en 2017, y un nuevo liderazgo para las próximas presidenciales, so pena de un duro y largo invierno lejos del poder estatal.
4) Cómo gobernará la Alianza Cambiemos triunfante. Este punto es una página que se irá escribiendo en los próximos días. Si bien gran parte de los debates de los últimos días se concentraron en las incógnitas económicas, los mayores desafíos se encuentran en el aspecto político. Particularmente uno: cómo construir gobernabilidad. Aparte de poseer los elementos formales de su rango, Macri deberá ampliar sus bases de sustentación, aprender a lidiar con los gobernadores de la oposición, negociar con un Congreso díscolo, y todo esto tratando de evitar caer en la tentación de formar una nueva hegemonía con los sectores económicos más concentrados.
Es bien sabido que las fuerzas políticas que acceden al poder centrados en las clases medias tienen la debilidad de origen de los propios comportamientos de estas clases, que se caracterizan por sus apoyo dubitativos y cambiantes. Sin embargo, tiene la oportunidad vital de acertar en lo que el kirchnerismo falló, el desarrollo de una gestión moderna y acierte profundizando logros encomiables del gobierno que sucede.
*Sociólogo, analista político. @cfdeangelis