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adiós a un pensador

¿Qué es la democracia, monsieur Touraine?

Alan Touraine
Alan Touraine | AFP

El sociólogo francés Alain Touraine murió el pasado 9 de junio luego de una fructífera vida intelectual de casi noventa y ocho años. Su pensamiento excedió el ámbito preciso de su ciencia de origen y produjo un gran impacto sobre la reflexión del concepto de democracia en el mundo contemporáneo. Muy especialmente en Latinoamérica, a la que dedicó su observación crítica y parte de sus escritos.

En 1995 publica para el Fondo de Cultura Económica un ensayo que llama Qué es la democracia. El libro estaba acompañado de una banda con la leyenda: con votar no basta. Afirmación sobre la que creo que resulta necesario reflexionar en esta actualidad que viven América y Europa en esta tercera década del siglo XXI.

Argentina celebra el cuarenta aniversario de la recuperación de su régimen institucional. En ese período se ha consolidado el ejercicio del sufragio para la elección de los gobiernos severamente restringido entre 1930 y 1983, donde alternaron gobiernos de facto nacidos de golpes militares con democracias débiles severamente custodiadas por la corporación militar.

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El recupero del voto es un derecho esencial para la instauración de un sistema democrático, pero este reclamo era el que definía las democracias del siglo XIX: votar para elegir a representantes del pueblo para que ejerzan el gobierno y que las funciones del Estado las cumplan órganos diferentes para garantizar la desconcentración del poder. El reemplazo de las monarquías absolutas y teocráticas por democracias donde el poder es ejercido por el pueblo. Ese fue el concepto de democracia en los albores del sistema, que Touraine denomina “democracia procesal”, que luego evoluciona hacia una democracia participativa que permite al ciudadano intervenir en otros momentos de la vida pública, no solo en la elección de las autoridades.

Pero en el siglo XXI esos conceptos de democracia son indispensables, pero insuficientes. El régimen democrático es hoy la forma de vida política que da la mayor libertad al mayor número de personas, que protege y reconoce la mayor diversidad posible. No es solo una forma de organizar la vida institucional sino una forma de organización de la vida social donde se reconozca la pluralidad de creencias, orígenes, opiniones y proyectos. En estas palabras casi textuales de Alain Touraine se encierra un concepto de democracia que es el que encontramos amenazado en muchos lugares del mundo y que también lo está en nuestro país.

En el año del cuarenta aniversario de la recuperación democrática, las elecciones locales del pasado domingo registraron una abstención altísima en un país en el que rige el voto obligatorio. Este hecho debe despertar la alarma no solo de las fuerzas políticas, sino de toda la ciudadanía que cree que la solución de los graves problemas de desigualdad social, desajustes reiterados de nuestra economía, ausencia de calidad de las instituciones debemos resolverlas dentro del sistema. El desdén de un segmento relevante de la población hacia el acto electoral implica no solo el repudio de todas las propuestas sino el descreimiento sobre el poder del voto para el cambio de la angustiante situación imperante.

La muerte de Touraine en esta especial circunstancia de Argentina me conduce a pensar en la necesidad de que desde las fuerzas políticas se piense la democracia como la forma de organización política centrada en el respeto de la libertad y la diversidad, donde el Estado debe ser garante de su ejercicio y de asegurar mínimos niveles de vida en la población que le permitan ejercer su derecho. Sin duda, una asignatura pendiente en nuestro país.

Nuevamente, como en 1983, la población debe soñar que con la democracia se come, se educa, se sana, se convive en el respeto a las diferencias, que en la sociedad de masas que hoy habitamos son cada vez más notables.

Si ese discurso se encarna ante los desafíos del siglo XXI, tal vez en agosto, octubre y, tal vez, noviembre más ciudadanos concurran al acto electoral sabiendo que con su voto contribuirán a la modificación de la realidad que los aqueja.

*Profesor de Derecho Constitucional.