El músico Alberto Cortéz recibió hoy la distinción como Personalidad Destacada de la Cultura, en un acto realizado en la Legislatura porteña. El cantautor, durante la ceremonia de entrega de la distinción, cantó junto a Estela Raval, que le entregó el galardón con el integrante de Les Luthiers, Daniel Rabinovicch.
Alberto Cortéz está embarcado por estos días en una gira nacional en que presenta su espectáculo "Acústico" donde, apuntó, "canto lo que la gente quiere escuchar".
"No escondo mis éxitos porque los éxitos los hace el público, es propiedad suya y no cantarlos es esquivar el reconocimiento que se me ha brindado", razonó Cortéz en charla con Télam.
Nacido en La Pampa, dueño de una incipiente trayectoria local que devino en un imponente currículum internacional a partir de su radicación en Europa hacia 1960, indicó que en esta larga serie de actuaciones en su tierra natal "la gente no viene a ver cómo salen conejos de la chistera sino a emocionarse con mis canciones".
"Por suerte -comentó- aparecieron un montón de fechas en distintos lugares que aprovechan mi visita para posibilitar que me reencuentre con mi público".
A las actuaciones previstas para los días 7, 8 y 9 en la sala porteña El Nacional, se agregaron las de mañana en Neuquén, las de 14, 15 y 16 otra vez en El Nacional, la del 20 en Rosario, la del 22 en Montevideo (Uruguay), la del 23 en Mendoza y la del 28 en Mar del Plata.
De cara a esta intensa agenda de shows, el autor de clásicos como "Cuando un amigo se va", "En un rincón del alma", "A partir de mañana" y "Callejero", consignó que "los asumo porque en el escenario soy tan feliz como en ningún otro lugar".
"Soy un animal de escenario", resumió el artista que aprovechará su estada en el país para pasar por la ciudad de Rancul, La Pampa, que lo vio nacer el 11 de marzo de 1940.
Cortéz sostuvo que "Rancul es mi patria y Argentina es apenas un arrabal de mi pueblo", pero enseguida relató con dolor que "además tengo que ir allí a abrazarme al cajón de mi madre y al de mi hermano menor que acaba de fallecer".
Pese a esa referencia geográfica y emocional, aseguró que "nunca estuve enojado con el país. Sólo reconozco que es ligeramente desordenado y que es necesario que se ordene de una buena vez".
"Por mi parte -especificó- he hecho uso de la libertad de escoger el sitio de donde quiero vivir y aunque mi esposa es belga y también viví allí, en Holanda y en París, al final (desde 1964) elegí España porque tenía un acercamiento de idiosincracia muy similar al nuestro".
Con todo, el artista disfrutó de la distinción como Personalidad Destacada de la Cultura que esta tarde en la Legislatura porteña le entregaron en mano sus colegas Estela Raval y Daniel Rabinovicch de Les Luthiers.
Siempre montado a un repertorio propio con el que atravesó diferentes momentos de la canción de autor en la escena musical hispanoamericana, se ufanó que actualmente "hago recitales acústicos, de cámara y otros sinfónicos como los que brindaré el 17 de octubre en Querétaro (México) y el 22 en San Juan de Puerto Rico".
Capaz de analizar el presente de la música, deslizó que "hoy en día hay una distracción muy grande, especialmente en los jóvenes, y demasiada urgencia por llegar al éxito".
Acostumbrado a reconocimientos que han burlado las modas y el paso del tiempo, el 7 de noviembre recibirá el premio Grammy Latino a la trayectoria y a la excelencia musical en Las Vegas.
"La verdad -confesó- es que se trata de una distinción que no esperaba porque, en general, estos premios se entregan a gente impulsada desde el marketing y yo no tengo nada que ver con eso".
Fuente: Télam