Arthur Miller: escritor, un documental cuidadosamente filmado por la cineasta y actriz Rebecca Miller, única hija del dramaturgo estadounidense, se estrenó por HBO esta semana. Realizado con entrevistas, fotografías, viejas películas familiares, cartas privadas y fragmentos del diario personal de Miller, el documental muestra sus raíces como escritor y el modo en que los principales eventos políticos del siglo XX influyeron en su vida. Además de entrevistas de Rebecca con su padre, registradas en diversas épocas, y de lecturas de pasajes de su autobiografía publicada en 1987, Timebends: A Life, incluye diálogos con sus dos medios hermanos, Robert y Jane (nacidos de la primera esposa de Miller), el hermano mayor y la hermana menor de Miller, así como con su tercera esposa, la prestigiosa fotógrafa austríaca Inge Morath –madre de Rebecca–, el dramaturgo Tony Kushner (Premio Pulitzer en 1992 por su obra Angeles en América: una fantasía) y el director Mike Nichols, quien dirigió y ganó un Tony por la puesta de Las brujas de Salem en 2012.
La película, que dura más de hora y media, es tanto una conversación entre padre e hija como un resumen de la vida de Miller desde su infancia, en la ciudad de Nueva York, hasta su matrimonio con Marilyn Monroe y su enfrentamiento con el Comité de Actividades Antiamericanas y el senador McCarthy, atacados indirectamente en Las brujas de Salem (1953). También el documental captura a Miller trabajando en la carpintería de su estudio en Connecticut, rememorando su vida en la cocina o en su jardín con Morath.
La directora no rehúye los momentos más complicados en la biografía de su padre, y tampoco de la familia, como la institucionalización (revelada recién en 2007) de su hijo Daniel, que nació en 1966 con síndrome de Down. Rebecca se negó a entrevistarlo o incluir fotografías de su hermano para proteger su privacidad.
Marilyn Monroe, la segunda esposa de Miller, es una parte nada menor de la película, aunque Rebecca no profundiza en esa etapa de la vida amorosa de su padre, a pesar de que él mismo no la oculta en la obra Después de la caída, estrenada en 1964. Cuando Miller y Monroe se vieron por primera vez, en 1951, él recordó que ella era la chica más triste que había conocido, una línea que luego incluyó en el texto de Vidas rebeldes que escribió en 1960 para la película homónima, que dirigió John Houston y ella protagonizó.
Miller conoció a Inge Morath en 1961, durante el rodaje de este film. La agencia Magnum tenía permiso exclusivo para fotografiar la filmación, y Morath y Cartier-Bresson fueron los primeros fotógrafos que visitaron los escenarios de la película, en las afueras de Reno, Nevada. Al año siguiente se casaron. El matrimonio tuvo primero a Rebecca, y luego llegó Daniel, quien cuatro días después de nacer, y pese a la oposición de la madre, fue internado en un orfanato y eliminado por completo de la vida pública del escritor.
En una de las últimas conversaciones de la película, Miller dice que una obra de teatro “es el proceso de acercarse a lo inconsciente, lo que no se habla y lo indescriptible”. Rebecca sugiere que se parece mucho a la Cábala, y él asiente.