Exposición de los Tesoros del San Martín: de Victoria Ocampo a Alfredo Alcón y Elena Tasisto
En el marco de Conexión: Buenos Aires-Madrid, una quincena de intercambio entre las dos ciudades, se destacó la exposición de vestuarios del Teatro San Martín y la muestra sobre la mítica revista porteña.
Coleccion Tesoro del teatro san martin en conexion Buenos aires - madrid |
Cedoc Perfil
MADRID – Durante 15 días -del 1 al 15 de marzo-, el elegante Palacio de Linares se vistió de un multidisciplinario que desembarca con el espíritu y la expresión porteños de la mano de exposiciones, ciclos de cine, teatro, danza y tango.
En fino contraste con la helada Madrid, Silvina Vicente creó un sitio cálido en los salones que le han encomendado en Casa de América, un espacio parecido a un hogar donde se desenvolvió como anfitriona. Allí estaba ella junto a los fantasmas de grandes creadores de los escenarios porteños. La curadora presentó, enel marco de “Conexión: Buenos Aires–Madrid”, una muestra que reunió algunas joyas del Centro de Vestuario del Teatro San Martín. También en este prestigioso epicentro cultural se exhibió la revista Sur y su grupo, una muestra de objetos, documentos, primeras ediciones y cartas pertenecientes a los escritores que integraron esta mítica publicación y editorial fundada por Victoria Ocampo en 1931.
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“El vestuario me ayuda a encontrar el personaje que habita dentro”, decía Alfredo Alcón. El traje con el que interpretó en 2005 a Enrique IV se lució junto al que también lucía en aquella obra la gran Elena Tasisto. En 2015, por una iniciativa de la Fundación de Amigos y el Programa de Mecenazgo, se creó el Centro de Vestuario del Teatro San Martín, un tesoro integrado por un acervo invaluable, el más grande de Sudamérica, que preserva 45 mil prendas diseñadas para los espectáculos que se representan en este teatro porteño.
Silvina Vicente estuvo desde el inicio de este proyecto, que no solo implicó trasladar las piezas a un espacio de 600 m², sino también crear un sistema de documentación, el Xirgu. “El sentido que tiene conservar ese vestuario es que se puede reutilizar. Es una colección viva. Dentro de este centro se encuentra la sección Colección Tesoro, piezas especiales por su valor histórico o por su diseño que no se pueden modificar”, explicaba la curadora de la muestra que se exhibió en Madrid y mostró alguno de los trajes de Pablo Ramírez, Renata Schussheim, Graciela Galán, Fabián Luca, Germen Gelpi y Carlos Serrano, entre otros. “El teatro es algo efímero, y cuando hablamos de teatro, hablamos de dramaturgos, pero en la historia del teatro público las áreas técnicas son muy importantes. Tiene que quedar un testimonio”, agrega Vicente.
Entre las piezas que se exhibieron en esta muestra inédita, en la biblioteca Roa Bastos de Casa de América, se vieron objetos que fueron cedidos por los autores, o por familiares de los autores, y otros comprados por los directores del Museo del Escritor. La máquina de escribir que perteneció a Bernárdez, un sombrero de Bioy Casares, el bolígrafo con el que Borges firmó ejemplares en la presentación de su último libro y cartas de Silvina Ocampo a Juan José Hernández.
Y en los escenarios también
En “Conexión: Buenos Aires–Madrid” se proyectó, también, una selección de películas del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) como la premiada 1985, la película de Santiago Mitre, protagonizada por Ricardo Darín. Además, Gonzalo Demaría presentó su obra Romance del Baco y la vaca, interpretada y dirigida por Marco Antonio Caponi, quien recibió excelentes críticas por su labor. El dramaturgo también estrenó su ópera prima en cine, protagonizada por Luciano Cáceres y José Giménez Zapiola: Nene revancha.
Un vasto programa artístico-cultural creado por la Ciudad de Buenos Aires que ofreció una variada programación con teatro, cine, música, tango, artes visuales, fotografía, muestras, charlas y otras expresiones relacionadas con la cultura porteña, destinada a fortalecer los lazos entre dos ciudades unidas por su historia, su oferta turística, cultural y gastronómica. A través de distintas actividades que propusieron promover a Buenos Aires como la mejor ciudad para vivir, visitar y estudiar.
Para todos los gustos se abrió este abanico de expresiones, un puente transatlántico entre dos ciudades distantes, pero unidas por lo cultural.
