CULTURA
Escándalos y negocios

¿El fin de los premios literarios?

En 2018 se suspendió la entrega del Premio Nobel de Literatura por denuncias de abuso sexual y tráfico de influencias. Ahora peligra el Man Booker. Galería de fotos

05022019 Nobel Brooker y el cine
Luego del escándalo, Katarina Frostenson dejará su lugar en el Comité Nobel de Literatura | CEDOC

El 6 de enero Glenn Close ganó el Globo de Oro a la Mejor Actriz Dramática por su actuación en The Wife (La esposa) y quedó como firme candidata para obtener el mismo galardón en los premios Oscar y BAFTA. El film, dirigido por el director sueco Björn Runge, es una coproducción entre suecos, ingleses y norteamericanos; basado en la novela homónima –publicada en 2003- de la escritora norteamericana Meg Wolitzer, la producción comenzó el casting de actores en 2013 y más de dos años después pudo confirmar el elenco para iniciar el rodaje, lo que no pudo imaginar es que durante el mismo los acontecimientos de la realidad impulsarían la trama.

The Wife trata sobre una escritora (Close) que se enamora del profesor de literatura, cuasi escritor, y que a raíz de su intervención como correctora en sus manuscritos luego se convierte en la verdadera escritora de sus libros, así llega a consagrarse como un autor de éxito hasta lograr el Premio Nobel de Literatura en la vejez, no sin antes presumir de sí, haciendo de la vida de su esposa un calvario de infidelidades y menosprecio. La sola idea de que un falso escritor gane el Premio Nobel, remite a cierta predicción sobre lo que ocurrió el año pasado, cuando la Academia Sueca suspendió la entrega del mismo por escándalo sexual y tráfico de influencias.

El francés que desprestigió el premio Nobel de Literatura

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Casi dos semanas después del premio a Glenn Close, Anders Olsson, secretario permanente de la Academia Sueca, anunció un acuerdo con Katarina Frostenson para que deje su silla a perpetuidad en la institución. Esta poeta recibirá una compensación mensual de 12.875 coronas, algo así como una jubilación anticipada, desistiendo ambas partes de cualquier pleito judicial, incluso con un acuerdo de privacidad que trascendió como rumor. Queda pendiente la investigación policial sobre el manejo de los fondos provenientes de la Academia, que recibieron Frostenson y su esposo durante años. Al comienzo de esta hoguera de vanidades, Kjell Espmark, Peter Englund y Klas Östergren, abandonaron sus puestos ante la negativa del comité de expulsar a la ya jubilada motivo del escándalo. Los dos últimos han regresado, no así Östergren ni Sara Danius, por lo que el comité que decide el Nobel de Literatura permanece con 3 sillas vacías, sin embargo, tanto la Fundación Nobel como la Academia Sueca, insisten con que se elegirá en breve a un ganador.

Un año sin Premio Nobel de Literatura

Pero el presente año extiende más sombras sobre los premios literarios: “el segundo Nobel de Literatura” (en habla inglesa), The Man Booker, se queda sin su sponsor, Man Group, que desde 2002 ofrecía a los ganadores £ 50,000 y a cada autor preseleccionado £ 2,500. Algunos de los premiados fueron V. S. Naipaul, Salman Rushdie, Iris Murdoch, Nadine Gordimer, Margaret Atwood, J. M. Coetzee y Kingsley Amis. Desde el 2014, el premio incluye la participación de autores por fuera del Reino Unido, Irlanda y países del Commonwealth, algo que no recibió una contraparte tanto en el Pulitzer como en el Premio Wallace Stevens, que siguen siendo exclusivos para norteamericanos.

En este marco de lengua dividida por el mercado editorial, la Fundación que organiza el premio publicó un comunicado en su página web donde dicen estar “en conversaciones con un nuevo patrocinador y confía en que la nueva financiación estará disponible para 2020. Mientras tanto, los dos premios se llevarán a cabo, como es habitual, este año.” Un nuevo sponsor es algo difícil en un mercado de capitales financieros tan voraces como inestables, donde la “responsabilidad social” ya parece emblema (o acaso una ironía…) del vetusto marketing del siglo pasado.