Desde hace una semana que J.K. Rowling, 54 años, Dama Oficial de la Orden del Imperio Británico, autora de la saga de Harry Potter, se encuentra en el ojo de una tormenta mediática sin precedentes. A través de su cuenta de Twitter (@jk_rowling), compartió una nota titulada “Creando un mundo post-covid-19 más igualitario para las personas que menstrúan”, que involucra a mujeres transgénero y personas no binarias. A la misma le agregó un comentario: “Estoy segura de que existe una palabra para esas personas [que menstrúan]. Que alguien me ayude. Wumben? Wimpund? Woomud?”. Un sarcasmo refiriendo a la palabra “woman”. La reacción de seguidores, más en contra que a favor, desató una catarata de acusaciones y reproches. Lejos de sentir esa presión mediática, al fin y al cabo Twitter es una forma de acceder al público, el mismo sábado Rowling volvió a la carga refiriendo a una “carta anónima de una lesbiana aterrorizada” (https://thevelvetchronicle.com), donde se cuestiona el activismo y las políticas internas del movimiento LGBT. La prosa y estructura de la misma remiten a ciertos testimonios, entre moralistas y anticomunistas, que en la década del 50 difundía la revista Reader’s Digest.
Este desafío polémico lo retomaron los mismos actores que trabajaron en la franquicia en que participa Rowling, así Daniel Radcliffe, quien encarnó a Harry de la saga, publicó un artículo en The Trevor Project, página web de la ONG que ayuda en la prevención de crisis y suicidios en jóvenes lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero (LGBT), donde afirma: “Las mujeres transgénero son mujeres. Cualquier afirmación que diga lo contrario borra la identidad y dignidad de las personas transgénero y va contra el consejo de los profesionales de la salud”. El actor Eddie Redmayne, protagonista de las películas Animales fantásticos y dónde encontrarlos, expresó: “Estoy en desacuerdo con los comentarios de Jo (Rowling). Las mujeres trans son mujeres, los hombres trans son hombres, y las identidades no binarias son válidas. Nunca quise hablar por la comunidad, pero sé que mis queridos amigos transgénero y colegas están cansados de estos cuestionamientos”. A manera de cierre, también Emma Watson defendió a la comunidad trans ante las afirmaciones de la autora. Warner Bros. –el estudio cinematográfico involucrado– publicó un comunicado en la revista Variety, donde se lee: “Los eventos de las últimas semanas han confirmado nuestra determinación como compañía de enfrentar problemas sociales difíciles”. De alguna manera toma distancia, deja claro que entre el racismo y el desprecio, el negocio se hace inviable.
J.K. Rowling cuenta con una fortuna personal que supera los mil millones de dólares, y en asociación con la productora cinematográfica y el complejo editorial, forma parte de un fenómeno de ventas global que superó los 7.700 millones de dólares desde su inicio en 1997. ¿Qué necesidad tiene de enfrentarse con las comunidades que vindican sus derechos? Tal vez la clave se encuentra en el título al que refiere en el inicio: “Un mundo post-covid-19 más igualitario”. La incertidumbre de lo que vendrá está planteando dudas sobre si su empresa de contenidos para lectores en desarrollo tiene asegurada alguna continuidad.
Le pedí a mi hija de 12 años que consultara por WhatsApp a sus amigos escolares sobre cuántos compañeros veían o leían la saga Harry Potter. Eso incluye a diversas aulas de escuelas públicas, colegios con alguna subvención y privados. La cifra, entre aulas de 40 a 25 alumnos, son magras: uno o dos, no más. Luego le pedí que consultara qué les hacía desistir de este consumo: es aburrido, las relaciones entre personajes están forzadas, carece de imaginación, existen otras historias más interesantes.
Como último gesto, J.K. Rowling publicó en su página web una columna donde denuncia que ella misma sufrió violencia de género. Ayer, viernes, el tabloide británico The Sun reprodujo en su tapa la imagen del ex marido con la autora, promocionando el reportaje donde Jorge Arantes afirma: “Le pegué a JK y no me arrepiento”. El ex marido también sugiere que el motivo detrás de la denuncia que lo trata de violento está en frenar la polémica contra Rowling tras sus declaraciones homofóbicas.
La Cómic-Con, de San Diego, California, se realizará en forma virtual entre el 22 y 26 de julio próximo, allí se observarán las nuevas tendencias en literatura fantástica para el público infantil y juvenil contemporáneo, nada más distante a las aventuras de un precoz mago.