El fuego, la rueda y la monogamia, los tres hitos de la humanidad que la modelaron tal cual es hoy en día, siendo los dos primeros positivos, mientras que el tercero es negativo, pues es una degeneración del orden de cosas con el cual el mundo fue creado. Sorprendentes revelaciones surgen de una investigación antropológica a cargo del licenciado Javier Rafael Maffei, titulada El origen de la monogamia o la revolución de las féminas, que se publicará en el país bajo el sello de Editorial Dunken. A continuación, un fragmento del capítulo final del trabajo, que expone sus conclusiones:
“Debe ser tomado como hecho fáctico que hombres y mujeres no fueron creados para la convivencia, sino para vivir separados con roles y funciones distintas, de hecho en el esquema original nunca se pensó en que exista un hombre por cada mujer pues era totalmente innecesario para la especie. Jamás habrá entendimiento entre uno y otro y es absolutamente lógico que así sea, unos y otros ven las cosas desde otra perspectiva, desde el sexo hasta el sentido mismo de la vida, y como siempre se nivela para abajo (por misma definición), la búsqueda de previsibilidad y estabilidad de la hembra, ligada a las mejores condiciones de gestación, alumbramiento y protección de la cría, arrastra al macho, naturalmente destinado a emociones y vivencias más fuertes. No debe el varón sentirse culpable por tener constantemente deseos con otras mujeres que no son su pareja, ni de pasarla mejor con sus pares que con su familia, pues en su genética está diseñado para vivir entre hombres y disponer sexualmente de cuanta hembra pueda sin preocuparse en el después. Las mujeres a su vez, deben ser conscientes de que un río puede contenerse un tiempo, pero que muy posiblemente una lluvia fuerte o una crecida lo harán desbordar. Hay hombres que durante toda su vida se controlan aplacando su inagotable libido a través del trabajo, la afición a un club, un deporte, un hobby, etc., pero otros, y cada vez más, en un momento dicen basta.
Las mujeres que deseen mantener sus familias en relativa calma deben entender esta situación y dar a sus parejas la cuota de libertad necesaria para que aunque sea en forma gradual y periódica liberen su esencia intrínseca …”.
Siguiendo la línea evolucionista de Charles Darwin, aunque reformulada por el inocultable cristianismo de su autor, la investigación describe la relación entre hombres y mujeres en los comienzos de la humanidad y cómo por medio de un inteligente plan se llegó a los parámetros actuales, que benefician a un género en perjuicio del otro, con consecuencias para la sociedad en su conjunto totalmente nefastas. No apto para conformistas, hay un antes y un después de su lectura. Citando al mismo Maffei: “…prácticamente desde su salida de la adolescencia la mujer busca que cada hombre con el cual se vincula sea el último, el que será padre de sus hijos y con el que llegará a la vejez, mientras que el hombre busca que cada conquista femenina sea una más de una lista que quiere siga engrosándose hasta el mismo día de su muerte. Ante tanta diferencia al momento mismo de formarse la pareja, es obvio que una de las partes, cuando no las dos, mentirá o al menos ocultará la verdad. Entonces, ¿qué se puede esperar para lo que ocurra en adelante? Este trabajo da fundamento científico a hechos que conviven con nosotros diariamente, nos provocan angustia, sufrimiento, y no llegamos a comprender, pero debemos asumir que es una espada de doble filo, que es la llave para destruir o para afianzar familias…”.
El libro se puede adquirir a partir del 29 de Abril en la editorial, sita en Ayacucho 357 (casi esquina Corrientes) de esta Capital, en su stand de la Feria Internacional del Libro, con reserva de 48 horas en todas las librerías del país, o simplemente cliqueando aquí se obtiene vía SkyDrive casi un tercio de la obra en forma gratuita (opción superior izquierda "descargar").