CULTURA
Entrevista

Manuela D’Ávila: "El feminismo es un viaje de amor"

Fue concejala a los 23 años, la diputada federal más votada en las elecciones de 2006 y 2010 y una de las políticas brasileñas con más seguidores en redes sociales. En su último libro aborda, desde una perspectiva feminista, el activismo global.

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Manuela d´Ávila (Porto Alegre, 1981) es periodista y política, afiliada al Partido Comunista de Brasil. Fue diputada federal entre 2007 y 2015. | Danilo Christidis

Concejala de Porto Alegre a los veintitrés años, militante del Partido Comunista de Brasil, la diputada federal y de Estado más votada en las elecciones brasileñas de 2006 y 2010; candidata a la vicepresidencia, junto como Fernando Haddad, en las elecciones presidenciales de 2018; fundadora del Instituto ¿Y si fueras tú?, una ONG enfocada a denunciar las fake news y los mensajes de odio en redes sociales, Manuela D’Ávila (Porto Alegre, 1981) es además, periodista, magíster en Políticas Públicas y autora de tres libros de ensayo. En su país es una de las políticas con más seguidores en las redes: en Instagram tiene más de dos millones, jóvenes en su mayoría, y más un millón en Facebook. Está casada con el músico Duca Leindecker y es madre de una niña, Laura, a la que en Brasil se la conoce bien por las fotos de la diputada, que renunció a su candidatura a la intendencia de Porto Alegre para cuidar y amamantar a su hija.

Al filo de 2020, Clacso y Siglo XXI Editores de México lanzaron el nuevo libro de D’Ávila, ¿Por qué luchamos? Un libro sobre amor y libertad, con ilustraciones de la diseñadora gráfica porteña Pupé (Mariana Ferreyra). Con este volumen se dio por inaugurada la colección Feminismos Latinoamericanos, que dirige Karina Batthyány. Destinado al público juvenil, en su ensayo la autora hilvana experiencias personales y sociales para abordar desde una perspectiva feminista cuestiones como la maternidad y la sororidad; los privilegios de clase, género y raza y la lucha por la igualdad; la violencia doméstica, la transfobia y los trastornos de imagen corporal. “Internet grita –se lee al inicio de este manifiesto-. Dice que las feministas odian a los hombres. ¿Es verdad? El feminismo es un viaje de amor. El primero, a veces doloroso para nosotras las mujeres, implica el amor propio. El segundo, el amor por la idea de que podemos ser libres para vivir el poder de nuestras posibilidades. El tercero, el amor por la humanidad en toda su diversidad”. D’Ávila se define como una feminista marxista, que cree en la interacción de las luchas sociales.

Aunque el contexto brasileño actual, con Jair Bolsonaro en el poder, no parece el más adecuado para las reivindicaciones emancipadoras, D’Ávila invita a sus lectoras a la reunión, la cofradía y la movilización. “Hoy estamos viviendo el momento más violento de la política brasileña contra las mujeres y contra los negros, pero al mismo tiempo tenemos muchas más mujeres en las calles, con el feminismo y las jóvenes, y eso te da fuerza –dice-. Aunque el contexto sea más violento, estamos juntas”. Por correo electrónico, respondió algunas preguntas de Perfil Cultura.

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-¿En qué situación se encuentran los activismos en Brasil?
-El activismo en Brasil hoy está muy centrado en luchar contra Jair Bolsonaro y el negacionismo en el marco de la pandemia, por todo lo que no hace su gobierno para cuidar a la población. Tenemos más de doscientos mil muertos en Brasil, es decir, todas las luchas están condicionadas a esa lucha, porque la gente tiene que trabajar, la gente tiene que vivir, los niños y niñas tienen que ir a las escuelas, y toda la gente que tiene conciencia de las cosas sabe bien que no vamos a lograr tener una existencia cercana a la normalidad si no tenemos la vacuna en Brasil. Entonces creo que lo esencial hoy y aquí es luchar contra el negacionismo y los discursos anticiencia.

-¿Cuál es la importancia de la difusión de materiales teóricos y literarios para enriquecer las diferentes luchas que se dan en América Latina?
-Estamos en una disputa muy teórica, pero parece que algunos gobiernos y políticos no están en la disputa de ideas, sino en la difusión de noticias y datos falsos, como los que niegan la ciencia y los derechos sociales. Esas son sus ideas. Por eso, para mí la difusión del material teórico y literario, y la manera en que intentamos comunicarnos con las personas que no están con nosotros, que aún no nos apoyan, es fundamental. No solo en Brasil sino también en todo el mundo, hay que saber hablar con la gente para enfrentar a la extrema derecha negacionista.

 -¿Se pueden articular las diferentes luchas sociales?
-Sí, por supuesto. Me parece que todos los activismos tienen causas en común. Por ejemplo, en mi país la desigualdad está estructurada por la cuestión racial y de género. Es decir, no es posible que tengamos un activismo de género sin la mirada atenta a la cuestión racial. Es verdad que mucha gente no tiene esa mirada que articula los activismos, pero a mí me parece que solo articulándolos tendremos claros nuestros objetivos y los cambios que son necesarios en nuestra sociedad. Esto tiene que ver con las razones por las que luchamos, como se llama mi libro. Lo hacemos porque hay un sistema que elige determinados cuerpos para explotar y, entonces, si nos olvidamos de que el sistema está contra nosotros, nuestra lucha no tiene la misma intensidad. 

 -¿Existe un activismo de derecha?
-Existe y es muy fuerte hoy el activismo de derecha y de extrema derecha, y tiene mucho que ver con la manera de debatir sus ideas con la gente, con el uso de tecnología, con un lenguaje más popular. O sea, desde dónde hablamos nosotros y cuánta disposición tenemos de hablar de una manera en que la gente nos comprenda. Creo que es la principal característica de ¿Por qué luchamos?, porque mi libro no es una obra filosófica acerca del feminismo y de la lucha de las mujeres, sino el intento de hacer que personas que tienen prejuicios sobre nosotras, las que estamos en las calles, comprendan las razones. Intentar, con el contenido que tenemos, la disputa de ideas contra el modo de hacer política de la derecha y la extrema derecha.

-¿Qué recepción tuvo su libro en Brasil?
-El libro en Brasil va por la quinta edición y la recepción ha sido fantástica. De los tres libros que he escrito es el que a la gente más le gusta; creo que tiene que ver con eso, con la posibilidad de hablar, con un lenguaje claro y accesible, con aquellas personas que tienen ganas de comprender lo que hacemos y las razones por las cuales estamos en la lucha.