Costó, sufrió y gozó. Parecía que lo tenía resuelto con comodidad, pero estuvo a punto de que se lo empataran. San Lorenzo pasó por todos esos estadios en su triunfo por 3 a 2 ante Unión en el Nuevo Gasómetro. De yapa, alcanzó a Estudiantes en la cima del torneo, al menos hasta hoy. El uruguayo Martín Cauteruccio en dos ocasiones y Nicolás Blandi convirtieron para el local, mientras que Franco Soldano y Guido Vadalá le dieron los descuentos parciales a los santafesinos.
En la primera etapa, el local salió dispuesto a hacerse fuerte en su casa y contó con el dominio territorial, fundamentado en el equilibrio de Néstor Ortigoza y la buena adaptación de Cauteruccio sobre la izquierda, mientras que Sebastián Blanco, parado como enlace, no conseguía afinar el último pase, por lo que le costaba generar situaciones de verdadero peligro.
Luego Unión se acomodó y por momentos pareció más peligroso, pero tampoco consiguió la claridad suficiente como para inquietar a Torrico.
A los 29 minutos, el buen trabajo de Cauteruccio se vio premiado con un gol de tiro libre que se coló en el arco de Nereo Fernández por el hueco que dejaron en la barrera Rivero y Gamba.
En el segundo tiempo, el Ciclón aumentó la ventaja a los 7 minutos, cuando Ezequiel Cerutti desbordó por derecha y encontró con un centro preciso la cabeza de Blandi, que en el área chica no perdonó y marcó el 2-0. La tranquilidad que le dieron los dos goles de ventaja no beneficiaron a los dirigidos por el uruguayo Diego Aguirre. Porque a los 27, Unión apuró un córner, Martín Rolle envió un centro desde la izquierda y, ante la pasividad de los marcadores cuervos, Soldano descontó de cabeza.
El local volvería a lograr un poco de aire a los 37, cuando Emmanuel Mas abrió a la izquierda para Blanco, y éste envió un centro bajo para la entrada de Cauteruccio, que selló su doblete, ratificando su buen momento futbolístico. Pero nuevamente le duró poco la tranquilidad al Ciclón, ya que tan sólo dos minutos más tarde Vadalá dejó en el camino a Marcos Angeleri y descontó con un disparo desde afuera. Todo pudo empeorar en la última jugada del partido, a los 49: ahí, Martín Rolle sacó un disparo que pasó a centímetros del ángulo. Sólo después de eso, los hinchas azulgranas, que pedían la hora, pudieron festejar.