“Yo invité al señor Morales a realizar este encuentro en River”, aclara José María Aguilar no bien se inició la charla. “Pero acepté venir al diario porque me gusta más jugar de visitante. Es más divertido, sobre todo ahora que está instalada la ‘cultura Macri’ de que no haya simpatizantes visitantes”, sigue, y de paso suelta un dardo a uno de sus enemigos predilectos. Víctor Hugo Morales lanza su primer contragolpe: “En River uno no tiene muchas garantías. No sé quién me puede esperar en la puerta, permítame que tenga miedo. Por eso no fui”.
Morales ratificó varias de las cosas que había dicho sobre Aguilar, mientras que el dirigente o bien las desmintió o bien acusó a Morales de no confirmar bien su información.
"El inicio de mi queja es el siguiente: el señor Morales publicó en diciembre de 2005 que Julio Grondona me había invitado a Ginebra a ver un partido de fútbol y que, a propósito de esa eventualidad, me había negado a participar de un congreso del Foro Social (una entidad fundada en los noventa por Carlos Heller, Rafael Bielsa y yo). Primera información mal chequeada: le escribí al Foro que no podía formar parte de ese panel porque tenía un problema familiar grave, que se tradujo en que el 20 de diciembre se muriera mi madre".
"¿Dónde estaba usted cuando falleció su mamá?," le preguntó Morales. "Zúrich", respondió Aguilar.A lo que Morales resumió "Suiza", en lo que sería el primer ping-pong entre ambos, y bastante suave dado las aristas que tomaría de a momentos la charla.