—Buenas tardes, señora, soy Carlos Bilardo. ¿Usted podría venderme su pasaje para que pueda viajar Lionel Messi en su asiento?
El pedido no es real, pero sí probable. Si usted, lector, tiene un boleto de South African Airways para viajar en clase ejecutiva a Johannesburgo el miércoles 26, sepa que su teléfono puede sonar. Es que a once días de la fecha que Maradona fijó para la partida hacia Sudáfrica, el asunto no está resuelto. Aunque parezca inverosímil, no lo es.
Llamen al doctor. El episodio es uno más en la saga interminable de desprolijidades que envuelven a la Selección nacional. Ahora, el que está en el centro de la escena es Carlos Bilardo; el mánager del equipo fue apuntado, una vez más, por el propio Maradona. La razón: no tener un plan B para activar ante la caída del amistoso en Dubai, inicialmente pautado para el 29 y fuera de programa debido a la falta de pago de los organizadores. El martes 4, antes del partido contra Haití en Cutral Co, el entrenador había disparado: “Me jode no jugar en Dubai, esto nos cambia los planes”. Tres días más tarde, Julio Grondona llegó a Ezeiza a explicarle los motivos de la cancelación, y entonces Maradona giró su mira hacia Bilardo.