En medio de una crisis que parece no terminar, la cuestionada gerenciadora de Racing Club, Blanquiceleste S.A., cerró uno de los frentes de conflicto y respiró, aunque por un breve tiempo. Es que la empresa encabezada por Fernando De Tomasso saldó la deuda que mantenía con el ex entrenador Reynaldo Carlos Merlo y a su ayudante de campo, René Daulte y así evitó, momentáneamente, la quiebra.
Según fuentes judiciales, el pago de cinco cheques que habían sido rechazados desde enero se cumplió el viernes pasado, un día después de que vencieran los plazos en los cuales técnicamente podía haber sido decretada la quiebra.
Merlo y Daulte habían pedido la quiebra de Blanquiceleste pues en el marco del acuerdo de indemnización por despido, tras la abrupta salida de ambos de la conducción del equipo de fútbol, habían recibido una serie de cheques post-datados para cancelar el acuerdo al que habían arribado. Pero a partir de enero, los cheques fueron rechazados por falta de fondos, por lo cual pidieron primero y ampliaron luego la quiebra de la entidad que gerencia al club de Avellaneda.
Tras el pago efectuado el viernes pasado, el abogado de Merlo y Daulte, Gustavo Romano Duffau, desistió del pedido de quiebra, pero hizo reserva de plantearlo nuevamente ante una eventual nueva falta de pago. El levantamiento del pedido de quiebra alcanza a sólo uno de los cuatro que pesan sobre Blanquiceleste.
Entre los otros tres, uno pertenece al ex jugador y ex entrenador Gustavo Costas. Esos expedientes tramitan ante el juez en lo comercial Eduardo Malde y se refieren sólo a Blanquiceleste S.A., pero no a Racing como institución.
Fuente: DyN