Parecía que el panorama se ponía negro para Juniors Boca en Mendoza, pero al final terminó ganándole a Godoy Cruz 1-0 de "taquito".
Después de que los cuyanos desperdiciaran infinidad de situaciones propicias frente al arco de Mauricio Caranta, a ocho minutos del cierre apareció en escena Mauro Boselli, quien recibió un centro desde la derecha de Pablo Ledesma y con su taco le dio al equipo de Miguel Angel Russo una victoria vital en una plaza donde nunca había ganado partidos oficiales.
Con este triunfo, el equipo xeneize quedó como único escolta del líder San Lorenzo de Almagro, un punto por encima de River Plate, después de la sorprendente derrota millonaria ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
Godoy Cruz, que sigue en zona de descenso directo, fue más a lo largo de los 90 minutos, pero le faltó contundencia para resolver el pleito en su favor.
Y los goles que no hizo en el arco de enfrente, Boca se los facturó en el propio en una de las dos llegadas que tuvo en los 45 minutos finales. Dentro de un trámite intenso, de ida y vuelta, Godoy Cruz fue un poco más que Boca en la primera mitad.
Bien guiado por Diego Villar, el conjunto cuyano sacó provecho de las ventajas que dio el fondo de Boca y tuvo varias oportunidades claras para abrir el marcador.
Las más claras las dispusieron Osvaldo Miranda, quien anticipó a Maidana y sacó un remate violento que rechazó Caranta, y Villar, cuyo cabezazo, sobre el final de la etapa, se fue muy cerca del palo derecho del arquero xeneize.
Incluso, en el comienzo del partido, hubo una clara falta de Ever Banega sobre Villar dentro del área que el árbitro Saúl Laverni ignoró. Boca pareció sentir el cansancio acumulado por el partido disputado el pasado jueves bajo la lluvia ante el Toluca. Sin embargo, también tuvo sus posibilidades de marcar.
Un cabezazo de Martín Palermo, tras un buen desborde y posterior centro de Neri Cardozo, casi se transforma en la apertura, pero se lo impidió una brillante atajada de Sebastián Torrico. Fue la más clara del conjunto de Miguel Angel Russo, que en esa primera etapa no se mostró muy dúctil con la pelota en el medio.
Juan Román Riquelme estuvo ausente y sólo alguna aparición de Cardozo le permitió a la visita inquietar a un equipo que en el comienzo se mostró algo inseguro en el fondo, pero poco a poco fue ganando solidez y terminó la primera etapa neutralizando cada intento rival.
Si la superioridad cuyana había sido leve en la primera parte, en el complemento se intensificó notoriamente. El conjunto local manejó la pelota y dispuso de cinco situaciones claras a través de Mariano Torresi, dos de Osvaldo Miranda, Mauro Poy y Hernán Buján.
Jonatan Maidana, único jugador destacado de una defensa que se mostró muy insegura, sacó todo, por arriba y por abajo. Y cuando la pelota pasaba aparecía en escena Caranta.
Boca, apenas llegó sobre la media hora, con un disparo de Riquelme que obligó a esforzarse a Torrico. Parecía que la suerte xeneize estaba echada. Pero Martín Palermo habilitó a Ledesma en la punta derecha y el volante desbordó y sacó un centro preciso que Boselli, quien había ingresado minutos antes, aprovechó de taco y le dio a Boca una victoria que pocos soñaban hasta ese instante.