En Europa aseguran que fue su exótica belleza la que logró lo que muchas quisieron pero no pudieron concretar: que el piloto de Fórmula 1, Jenson Button, se decidiera a sentar cabeza. O al menos eso aseguró a la prensa Jessica Michibata, la modelo de padre argentino y madre japonesa que ya acaricia el sueño de pasar por el altar el año próximo con el codiciado británico.
Sin embargo, fiel a la fama de playboy que supo construir durante estos 9 años que lleva en las pistas, fue el rubio corredor el que puso condiciones para concretar la boda, y por eso la cuestión quedará supeditada a que él consiga alzarse con el título mundial en noviembre próximo. “Me dijo que quería casarse conmigo, que él es de los que quieren casarse. Si gana, lo celebraremos a lo grande y prometió ponerse de rodillas para pedirme matrimonio”, confió la ilusionada joven, de 24 años.
Nuevo rumbo. “He tenido bastante suerte; nunca tuve que hacer esfuerzos para estar delgada. Quizás tenga buenos genes”, se sinceró al ser consultada acerca de su secreto para mantener la escultural figura que se dibuja en ese 1,73 metro de altura. Y algo de herencia debe haber, porque sus dos hermanas (Linda y Patricia Michibata) también trabajan como modelos en Japón, su país de origen. Eso sí: ella fue la única que consiguió una proyección internacional gracias a su reciente noviazgo con un ascendente piloto de Fórmula 1, de 29 años.
Jessica Celeste nació el 21 de octubre de 1984 en Fukui, una localidad costera ubicada en la parte occidental de Japón. Su madre es oriunda de esa región, mientras que su padre es un argentino –“con sangre española e italiana”, según ella misma aclara– que llegó hasta el país nipón por cuestiones laborales, se casó y decidió quedarse.
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