Está en su cargo desde 1998, justamente cuando Julio Lamas estaba al frente del seleccionado. Diego Grippo es el médico de la Generación Dorada. El doctor y ex jugador, tiene tantas anécdotas como años trabajados junto a los jugadores que hicieron historia en el básquet argentino, pero hay una que ocurrió en el Mundial de Turquía que lo anima. “Carlos Delfino le apostó al resto de los jugadores que yo podía volcar la pelota. Me pusieron una serie de dificultades como saltar en un tiempo y con la mano izquierda y lo pude hacer. Nadie lo podía creer, yo menos. Este año no escuché nada, ya me deben tener miedo”, desafía, entre risas.