Es una fecha lúdica. Tantos clásicos juntos, tanta tensión, tanta excitación dando vueltas plantean la necesidad de un escape, de un recreo que libere por un rato todos esos nervios contenidos. Apostar el almuerzo del lunes, un Prode en el trabajo, un GranDT con poco presupuesto, todo es válido para liberar tensiones y despejar la cabeza en la previa. La propuesta de PERFIL es casi un juego de imaginación. Una situación ficticia, pero basada en hechos reales, como detallan en las películas testimoniales. El disparador es el siguiente: qué pasaría si cruzamos todos los partidos que jugaron los cinco grandes entre ellos. Sería como fantasear con un torneo histórico del que solo hayan participado River, Boca, Independiente, San Lorenzo y Racing. La síntesis de más de ochenta años del mejor fútbol. El resultado arrojará al mejor entre los mejores. O, dicho de un modo más tribunero, al más grande entre los grandes.
Sigue siendo... No por nada es el club que más torneos locales ganó. River, con 35 títulos, es también el que más puntos suma en esta competencia fantástica entre los cinco grandes. El repaso histórico del Millonario hace escala en Amadeo Carrizo, el Beto Alonso y el Burrito Ortega, pero también resalta los 1.097 puntos que sumó en 717 clásicos, y los 1.140 goles que convirtió. A pesar del año en la B Nacional, y de los partidos que por lo tanto no pudo jugar, la campaña de River es demoledora. A Boca, el segundo de la tabla, le saca 56 puntos de diferencia. Pero, paradójicamente, el Xeneize es el único que lo tiene “de hijo” en el historial. Cosas del fútbol.
La mayor diferencia entre los cinco grandes se da entre River y Racing. Están en los extremos. El cruce entre ellos ya se podría definir como una injusticia: el club de Núñez le lleva 48 partidos. Los de Avellaneda, además de padecer los cruces individuales, están últimos en la tabla general, y lejos, muy lejos del penúltimo, San Lorenzo. Entre La Academia y el Ciclón hay un abismo de 142 puntos.
Sigue el juego. Independiente está cómodo en la tercera posición. Más cerca de San Lorenzo, el cuarto, que de Boca, el segundo. Y en el historial individual también mantiene el equilibrio: pierde con Boca y River, y le gana a San Lorenzo y Racing.
En este campeonato de fantasía que cruza a los cinco grandes se convirtieron 5.069 goles, una cifra para humillar a esos memoriosos que presumen de que lo saben todo.
Esta fecha de clásicos, en definitiva, multiplica la obsesión. Acelera los latidos por la camiseta propia y agita el morbo por la ajena. Cuando juegan los grandes es imposible ser indiferente. Es uno de los mandatos del fútbol.