Y en Florencio Varela, el partido terminó titulándose Ataque y Justicia. Porque Rosario Central no se subió a la cima en solitario porque ante Defensa hizo las cosas muy bien arriba y muy mal abajo. Los de Eduardo Coudet estuvieron tres veces por delante en el marcador pero no lo supieron aguantar y se terminaron yendo con un punto que les dejó gusto a poco. Pero ese poco pudo transformarse en nada debido a que el local estuvo cerca de ganar gracias a la generosa propuesta de Darío Franco.
Parecía que la historia se encaminaría rápido para el Canalla cuando a los cinco minutos Franco Cervi, la revelación del torneo, recibió una falta en el área y Diego Ceballos cobró penal. Pero la falta de puntería de Marco Ruben, el goleador del torneo, hizo que su remate se fuera por encima del travesaño. El grito del capitán llegó a los 13 minutos, cuando de palomita anticipó a todos y venció a Gabriel Arias.
Pero Central borraba todo lo bueno que escribía en ataque con el codo, o mejor dicho, con la defensa. Es que su zona defensiva fue la responsable de que no se llevara la victoria del sur del Gran Buenos Aires. El empate llegó con un certero cabezazo de un Ciro Rius, que fue un problema sin solución durante todo el juego.
Sin embargo, a Central se le caen los goles de los bolsillos. Crea situaciones de gol por doquier y en un unipersonal, Cervi sacó un zurdazo que se clavó abajo y le devolvió la ventaja. Pero Defensa fue tantas veces que en el arranque del complemento puso el 2-2 con un preciso cabezazo de Sánchez Sotelo.
El partido era abierto porque los dos equipos siempre priorizaban el arco de enfrente. Y parecía que los rosarinos se quedaban con todo por el golazo de tiro libre de Donatti. Sin embargo, una nueva desinteligencia en su defensa hizo que empatara Defensa, esta vez por medio de Isnaldo. Al final, en Florencio Varela ninguno de los dos equipos se llevó el triunfo. El que ganó fue el fútbol.