Al final, la salida de Miguel Angel Russo de Vélez no fue tan pacífica como se pensaba. Lejos de abrirle el camino a cambio de nada, efectivamente, el club de Liniers exigió al entrenador una indemnización para aceptar su pedido de rescindir de común acuerdo el contrato que los vinculaba.
Así lo manifestó el vicepresidente de la entidad “fortinera”, Raúl Gámez, quien se refirió al tema en un reportaje que le realizó Radio La Red expresando: "Él me dijo que tenía ganas de irse; entonces yo, defendiendo los intereses de Vélez, le contesté 'si vos te vas, tenés que indemnizarnos’".
La charla radial dejó en claro asimismo que la rescisión llegó recién después de que Boca se interesara por el DT y no antes como el presidente “xeneize” Mauricio Macri manifestó este viernes, en la conferencia de prensa en la que dijo que “Russo ya había renunciado” antes de entrar en tratos con Boca.
Por otra parte, el entrenador ya había programado la pretemporada que pensaba realizar con Vélez, lo que demuestra que no pensaba renunciar a su cargo en ese club sino que su interés por alejarse de allí surgió recién luego de que lo tentaran las autoridades boquenses.
Esto provocó un gran enojo entre las autoridades del club de Liniers, aunque no tanto con Russo -a quien el vice velezano calificó como "un buen tipo" al cual "quiero y respeto"- sino más bien con Macri, a quien por lo bajo acusan de “romper todos los códigos” pensando en alguien de quien el propio Gámez dijo: " Yo no quería que se vaya porque era el técnico ideal para este momento de Vélez, pero no podés obligar a alguien que se quiere ir a que se quede. Le dio mucho a Vélez, de eso no hay que olvidarse".
El contrato que unía a Russo con Vélez, club al cual llegó en enero de 2005, concluía en junio del 2007.