Tenía que dar el paso para terminar de arrimarse a ‘ver que pasaba’ en la lucha por el campeonato pero se sacó un cero. San Lorenzo igualó sin goles ante Atlético Rafaela en un encuentro malo, en el que la visita lejos estuvo de ser el equipo que llegó a Santa Fe con cuatro victorias al hilo.
En esta locura en la que está inmersa el fútbol argentino, en el que todos los equipos están urgidos, el partido que jugaron en Rafaela el local y San Lorenzo fue un verdadero oasis. Un oasis porque ninguno de los dos está con la soga al cuello luego de sumar un par de buenos resultados que les permitieron llegar a la definición del torneo con tranquilidad.
El equipo de Jorge Burruchaga encaró el partido sabiendo que con un punto se olvidaba del asedio de Independiente por el descenso y que salvo una combinación muy negativa de resultados puede quedar complicado de cara a la zona roja del descenso. Mientras que el de Juan Antonio Pizzi es, junto a Newell’s, el de mejor presente en el fútbol argentino. No sólo por las cuatro victorias consecutivas con las que llegó a Santa Fe, sino porque de la mano de sus juveniles parece haber encontrado una solución a los problemas que habían puesto en jaque la continuidad del entrenador.
Tanta fue la tranquilidad que el primer tiempo pareció ser el de un amistoso, o de un partido de pretemporada. Tan pobre fue que sólo hubos dos aproximaciones: una contra de Gonzalo Verón, para la visita, y un remate de González que se marchó desviado, en el local.
El complemento aportó un poco más de sopor a la noche santafesina. San Lorenzo pareció querer tomar las riendas en busca de una victoria que lo dejara expectante y a tres puntos del líder Newell’s, que juega mañana con All Boys, y que le dé boleto y medio a la Copa Sudamericana. Pero querer no es poder y los de Pizzi se ahogaron en la asfixiante marca de Serrano y Fissore en la mitad de la cancha, haciendo estéril cada intento de ataque.
Entró Stracqualursi para tener una torre de referencia en el área local, quien la tuvo sobre el final pero su remate se quedó en las piernas de un defensor. De tanto ir la visita casi se queda sin nada a los 37 cuando el uruguayo Diego Vera estuvo cerca de hacer un golazo de chilena. Mucha lucha y poco juego.
