El árbitro Daniel Giménez se presentó ayer en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y ratificó su informe del partido entre Gimnasia y Esgrima La Plata -Boca Juniors, suspendido luego de que él recibiera supuestas amenazas de parte de Juan José Muñoz, el presidente del club platense.
Giménez dijo, además, que quiere dirigir los 45 minutos que restan jugarse en ese encuentro.
"Ratifiqué todo ante el tribunal y por supuesto que deseo dirigir lo que falta de ese partido", dijo Giménez, mientras se retiraba del edificio de la AFA.
En el entretiempo del encuentro en el que Gimnasia le ganaba a Boca 1-0, el domingo 10 de septiembre por la sexta fecha del Torneo Apertura, Muñoz ingresó en el vestuario y habría amenazado al árbitro, quien inmediatamente decidió suspender el partido y se dirigió a radicar la denuncia en una comisaría platense.
El presidente de Gimnasia negó haberlo amenazado aunque reconoció el error de haber irrumpido en el vestuario.
Actualmente, Muñoz está de licencia por lo que no cumple funciones como miembro del comité ejecutivo de AFA y continuará así hasta tanto se tome una resolución.
Fuentes de la AFA consideran probable que al dirigente de Gimnasia se le aplique un año de suspensión. De comprobarse la acusación, también correría peligro la continuidad de Muñoz como máxima autoridad del club platense.