DEPORTES
ELECCIONES en la FIFA

Juegan a la mancha

Los candidatos a suceder a Blatter en la presidencia no gozan de absoluta credibilidad. Y, se intuye, no harán grandes cambios.

Nubarrones. Es lo que más se vio en la casa madre del fútbol en los últimos meses. Coimas, trampas, pedidos de captura y escapes. Los postulantes a suceder a Blatter, hoy suspendido, buscarán seducir
| Cedoc

La presidencia del mundo, como definía Julio Grondona al poder que representa la conducción de la FIFA, será de un francés, de un jordano o de un trinitense. Aunque hay tiempo hasta el lunes para presentar los cinco avales exigidos, los candidatos a reemplazar al suizo Joseph Blatter por ahora son cuatro: Michel Platini, Jerome Champagne, el príncipe Ali Bin al-Hussein y David Nakhid.

El bar del hotel Baur au Lac, donde en mayo comenzó el escándalo de corrupción más grande en la historia de la FIFA, y desde donde Alejandro Burzaco inició su  huida de la Justicia, ahora se reconvirtió en un escenario de conversaciones, promesas y todo tipo de rosca política. Allí, como en cada una de las confederaciones, es donde los que aspiran a instalarse en el edificio de Zurich tejen sus alianzas y redes de poder para la asamblea del 26 de febrero, día en el que se elegirá al nuevo presidente del fútbol mundial tras los 17 años del Rey Blatter.

Con el principal postulante –Platini– suspendido por noventa días por la Comisión de Etica, el nombre del sucesor del suizo resulta un enorme signo de pregunta. No hay certezas. Tampoco oficialistas ni opositores, y mucho menos una plataforma programática que diferencie a los postulantes de los manejos que transformaron a la FIFA en uno de los organismos más sospechados del mundo.

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Los avales, por ejemplo, son un misterio. Ningún candidato quiso dar a conocer cuáles fueron las asociaciones nacionales que legitimaron sus candidaturas. “Tengo el apoyo de cinco federaciones miembros de la FIFA, pero es mejor que permanezcan en secreto por el momento”, explicó Nakhid. El ex jugador de Trinidad y Tobago, de 51 años, cuenta con el apoyo de parte de la Concacaf, que sufre el estigma de Jack Warner, su ex presidente que está suspendido de por vida de toda actividad relacionada con el fútbol, preso por corrupción y lavado de dinero, y con pedido de extradición de Estados Unidos.

El enigma de los apoyos se extiende al príncipe Al-Hussein, que no informó qué países lo avalaron. Sin embargo, los 73 votos que recibió este año –mayoría de la UEFA, Estados Unidos y parte de la Conmebol, entre ellos el de la AFA–, cuando se presentó como el único opositor a Blatter, hacen que su estructura esté más o menos clara.

“Este tiempo de crisis en la FIFA es una oportunidad para un cambio positivo”, consideró en un comunicado Al-Hussein, dueño de una fortuna que se calcula en mil millones de dólares y el más joven de los aspirantes (tiene 39 años).

El príncipe tiene el respaldo de Diego Maradona, quien podría ser uno de sus vicepresidentes y que tramita más apoyos para aumentar sus chances en las urnas. Pero parte de su estrategia también fue la de fustigar a Platini, al que Diego tildó de “mentiroso”.  

Platini es, sin dudas, el principal dilema de estas elecciones. Si bien la suspensión concluye un mes antes de los comicios, la sanción por haber recibido un “cobro sospechoso” de dos millones de francos suizos en 2011 le generó un daño político que podría quebrar su candidatura. ¿A dónde irán los votos de Africa y Asia, los continentes que respondían a ciegas a la voluntad de Blatter? En los últimos días surgió la chance de que, desde esa parte del mundo, se instale la candidatura del jeque de Bahrein Salman bin Ibrahim al Khalifa, actual vicepresidente de la FIFA. Pero las dudas en algunas federaciones, más el rechazo de organismos de derechos humanos, que acusan a Al Khalifa de perseguir a deportistas en su país, hicieron que todo se apagara.

En estas arenas movedizas, el gran elector de los comicios parece ser la Comisión de Etica de la FIFA, que ya dejó a Platini casi a la intemperie y sepultó las aspiraciones del surcoreano Chung Mong-joon, dueño de Hyundai, al que suspendió por seis años.

Quien dio el golpe ayer fue el francés Jerome Champagne, ex secretario general de la FIFA, quien dejó el organismo de manera abrupta en 2010, tras 11 años trabajando en su seno. “Lo que hemos vivido estos últimos meses ha renovado mi voluntad de ser candidato”, anunció tras conseguir ocho garantes.

Sin los cinco avales pero con intenciones de competir hay una lista larga. Los que parecen estar más cerca son el crack brasileño Zico; el sudafricano Tokyo Sexwale, ex compañero de celda de Nelson Mandela; y el ex capitán de la selección de Nigeria Segun Odegbami. Más relegado, más como un deseo que como una posibilidad cierta, apareció también el presidente de la Federación Liberiana de Fútbol, Musa Bility. Zico viene recorriendo en los últimos meses diferentes países del mundo en busca de apoyos a su postulación, pero a horas del plazo máximo para eso todavía no pudo presentarlos. La Federación Brasileña, que gozó de su juego durante los años 80, le prometió que si reunía cuatro avales pondría el quinto. Una promesa que, como todo en esta FIFA, estará sujeta a condiciones.