Los escándalos que sacuden al fútbol italiano parecen no tener fin. Luego de las sanciones por soborno y arreglo de partidos a varios de los equipos más grandes del “calcio”, ayer se conoció la suspensión por dos meses a dos jugadores que se comprobó participaron en apuestas clandestinas.
El Consejo de Disciplina de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) informó que Franceso Flachi, delantero de la Sampdoria, y su ex compañero de equipo Moris Carrozziera, que actualmente se desempeña en Atalanta, fueron inhabilitados por un período de dos meses a causa de su participación en un sistema de apuestas deportivas ilegales.
Además de las penas a los jugadores, el club Sampdoria fue multado con 20.000 euros por "responsabilidad objetiva".
El año pasado, la policía italiana había interceptado llamadas realizadas por Flachi, en las que trataba de conseguir información sobre partidos cuyos resultados supuestamente fueron “arreglados” de antemano, para luego realizar sus apuestas.
En Italia existe ya hace varios años una ley que prohíbe a los futbolistas realizar apuestas en los partidos de su propio campeonato, pero el año pasado la Federación Italiana extendió esa prohibición a todo tipo de apuestas.
Estos nuevos hechos de corrupción en la liga de los campeones del mundo, se suman a las duras sanciones que recibieron varios de los clubes grandes del “calcio” que fueron encontrados culpables de soborno y “arreglo” de partidos. Milan, Florentina y Lazio fueron sancionados con importantes descuentos de puntos, mientras que la pena más severa recayó en la Juventus, al que se le retiró el título obtenido y se lo condenó a descender a la Serie B.