El fútbol argentino da para todo. Una vez, Mariano Dalla Líbera festejó un gol desde 35 metros. Pero en realidad, lo mostró la televisión después, la pelota había entrado desde el costado, por un hueco de la red. En cierta ocasión, incluso, Carlos Griguol se enojó con uno de sus muchachos y no tuvo vergüenza en gritarle: “Yagui… ¡Vas a salir campeón de la c… de tu hermana!”. En fin, si hasta un club fue capaz de hacerle una estatua a un entrenador después de consagrase campeón tras 35 años de padecimiento (remember Racing y Mostaza Merlo), cómo el mundo de la pelota no va a tener apodos.